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La formulación de proyectos interdisciplinarios

“Enseñar no es transferir conocimientos sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción”. Con esta cita del pedagogo brasilero Paulo Freire, la destacada educadora Mónica Visenti aborda el impacto del aprendizaje cooperativo para el futuro de niñas, niños y adolescentes.

Me gustaría comenzar pensando en qué lugar ubicamos a nuestros jóvenes dentro del tejido social. Para ello podemos analizar distintas consideraciones: La juventud no es sólo un período preparatorio, de transición hacia una etapa plena y posterior: la adultez.

La juventud es una etapa “problema” para la sociedad, asociada al riesgo y la trasgresión (lo que lleva a políticas asistenciales y, en algún caso, represivas)

La juventud es depositaria de ciudadanía (y por lo tanto la consideramos sujeto de derechos, tal cual lo expresa la Declaración de los Derechos del Niño, Niña y Adolescentes, que dentro de nuestra legislación tiene un rango constitucional desde el año 1994) con derechos políticos, culturales, sociales y económicos, que nos invitan a generar planes integrales que contengan a nuestra juventud y le brinden oportunidades en forma equitativa para el desarrollo de su vida adulta.

En esta concepción es en la que haremos hincapié para sostener el aprendizaje cooperativo y solidario; considerando a nuestros y nuestras estudiantes como sujetos de derechos, con voz activa en la construcción de una ciudadanía participativa, solidaria y responsable; empática con la comunidad en la que habitan.

Así, desde los valores cooperativos de ayuda mutua, responsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad podremos construir proyectos interdisciplinarios protagonizados por distintos actores de la comunidad escolar. Estos proyectos, por un lado, generan interrelación de las distintas disciplinas convirtiendo aprendizajes científicos, en significativos, cada vez que aplicados a una problemática comunitaria, cobran un sentido de la realidad para nuestros estudiantes.

Por otro lado, la conformación de equipos de trabajo , donde prime el sentido colaborativo, el intercambio de ideas, la generación de debates orientados a construir juicios críticos que sumen a la concreción del bien común; lograran en las escuelas como resultado, una sana convivencia, con la apoyatura de la elaboración de acuerdos, donde equipos directivos de orientación escolar, tutores, docentes , familias y estudiantes dicten sus propios lineamientos de convivencialidad, dando como resultado menores situaciones conflictivas.

Estos proyectos, por un lado, generan interrelación de las distintas disciplinas convirtiendo aprendizajes científicos, en significativos, cada vez que aplicados a una problemática comunitaria, cobran un sentido de la realidad para nuestros estudiantes.

Desarrollando estos proyectos, podemos asegurar que daremos un nuevo contrato entre escuela y comunidad, apuntando a responder una demanda social, desde la identidad de la institución escolar priorizando los aprendizajes de los alumnos y desarrollando participación ciudadana.

Al generar estos proyectos, donde interrelacionamos el trabajo de docentes de distintas áreas tomando, recreando y creando conocimiento; desde el trabajo departamental e interdepartamental de la mano de los equipos de conducción, la escuela se convierte en generadora de proyectos de intervención comunitaria, en función de las necesidades de su entorno local/regional, íntimamente ligadas a los diseños curriculares correspondientes a cada jurisdicción educativa y en línea con la ley Nacional de Educación 26.206.

Los protagonistas principales de estos proyectos, nuestros estudiantes que, por un lado incorporan nuevos conocimientos; y que dan respuesta a situaciones concretas que los rodean comenzando a encontrar y encontrarse con elementos que orientarán su vocación.

Sumado a esto, podemos decir que también van a adquirir herramientas indispensables para su futuro laboral, pensándolo ya sea, en relación de dependencia, construyendo sus propios emprendimientos o en forma conjunta optando por el formato cooperativo.

De esta manera podemos decir que, de realizarse un diagnóstico adecuado, logrando identificar las necesidades de la comunidad educativa, estos proyectos atienden problemáticas estructurales: pueden trabajarse a mediano y largo plazo, desarrollan competencias y nuevos recursos, incorporando también el protagonismo de los destinatarios o beneficiarios del proyecto.

La aplicación de la herramienta del aprendizaje basado en proyectos genera una nueva mirada a la función social de la escuela, motor del cambio social y responsable de la construcción de la ciudadanía del conocimiento.

El rol del equipo docente, al momento de generar y llevar adelante un proyecto de estas características, será promover la comunicación, motivar a inspirar transformaciones y hacer interactuar las acciones personales y de los equipos, como también dar a conocer lo que ocurre, marcar el rumbo, motivar el compromiso con visión de futuro, identificar las estrategias que permitan realizar el objetivo propuesto.

Avanzando en la concreción del proyecto y adentrándonos en la ejecución del mismo; el equipo docente motiva y moviliza constantemente a los y las estudiantes para la concreción de las tareas, previamente consensuadas y asignadas; arbitra la participación de todos los actores intervinientes, con ideas y opiniones; estimula el desarrollo de diálogos y debates con el objeto  de involucrar e integrar los cambios necesarios durante el desarrollo del proyecto, logrando así un compromiso compartido, en pos de alcanzar los objetivos propuestos y dando respuesta a la problemática inicial a la que se quiere dar respuesta.

Para finalizar, retomamos las palabras iniciales del gran pedagogo brasilero Paulo Freire: “Enseñar no es transferir conocimiento, sino crear posibilidades para su propia producción o construcción”.

Fuente: Mónica Visenti es una personalidad destacada en el ámbito de los Derechos Humanos e Inclusión de chicos en situación de pobreza. Desde hace varios años lleva adelante el proyecto Kellun que significa “ayudar” y que está basado en el principio del cooperativismo. Es docente por la U. de Lomas de Zamora. Prof. en el Inst. Parque Barón. E Inst. Nuestra Señora de Luján. monicavisenti@gmail.com. Instagram @abpsolidariocoop. Descarga la app y síguela en https://www.instagram.com/abpsolidariocoop.

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