“¡Gracias Francisco! Y particularmente a nuestro pueblo de La Matanza que ha sido bendecido con su cariño…” expresó monseñor Eduardo García desde la catedral de San Justo, cuando apenas habían transcurrido 24 horas de la partida del Santo Padre. Delante de tanta gente emocionada el obispo recordó de qué manera el papa Francisco había ayudado a los barrios más alejados de la diócesis, comenzando por un regalo: la imagen de San José que se encuentra en la iglesia catedral “y que fue y sigue siendo signo de bendición” dijo.
En los últimos años el papa argentino estuvo atento también a la construcción de la escuela (el jardín de infantes, y las aulas nivel primario y secundario) de esta zona vulnerable de la provincia de Buenos Aires y como contó monseñor García “durante sus últimos días de internación preguntó sobre el futuro colegio secundario para chicos discapacitados que se está construyendo, entonces dijo: lo que les haga falta, ahí lo tienen”.
Por eso hoy, en la Matanza, están juntando firmas. Las poblaciones de Puerta de Hierro y San Petesburgo, y Villa Palito, quieren que se llame Papa Francisco. El obispado de San Justo junto a las comunidades de todas sus parroquias realiza un tiempo de oración con este objetivo: que el nombre del Papa Francisco sea la identificación oficial de sus barrios más postergados.
Total “ya no nos va a retar cuando digamos que todo lo que se hizo en nuestros barrios fue gracias a él” comentó el obispo García en la homilía del 22 de abril.
Invernadero de plantas nativas
En los últimos dos años, además de la escuela, comenzaron las obras del Instituto Superior de Formación Docente. Natalia Pastorino, miembro del equipo de conducción del Proyecto Educativo San José explica los motivos que les llevó a abrir un nivel superior: “veíamos necesario que el profesorado esté dentro de nuestro barrio para que todos supieran que podían estudiar, tener una profesión, y así como hay escuelas abiertas en salida queremos que haya un lugar para todos en el nivel superior” dijo.
Por otro lado, ella planteó que la idea de esta formación “es apuntar a un egresado que se amolde a nuestras escuelas con la impronta de San José, como padre amoroso, que aloje con ternura a la niñez”
“Que el docente que termine los estudios – dijo -pueda llevar esta mirada de escuela en salida, abierta, al resto de las escuelas, no solo del conurbano, sino de todas las escuelas de la argentina porque nuestro título tiene validez nacional”.
Además del profesorado de nivel primario el Proyecto Educativo San José cuenta con dos carreras nuevas: Educación especial, para trabajar el tema de la inclusión, el profesorado de Educación Física y finalmente, una tecnicatura en enfermería.
“El profesorado de Educación Física se creó porque en estos barrios hay muchos clubes sociales y parroquiales. Hay un montón de chicos que trabajan con los niños y jóvenes haciendo actividades deportivas, pero no todos tienen la oportunidad de profesionalizar esta tarea” señala Natalia Pastorino. Ella precisa que “se trata de un profesorado de educación física con una impronta social; estos clubes deportivos vienen a instalarse en el barrio para los chicos que están en la calle y es necesario que aquellos que estén a cargo de cuidarlos puedan ser profesionales con matrícula nacional”.
“La tecnicatura en enfermería trae la misma mirada” dice Pastorino, “queremos que dejen de existir trabajos precarizados y también que el que sea cuidador en un espacio comunitario no sienta que es menospreciado”.
“Al contrario, el trabajo comunitario es el que saca un barrio adelante. Pero un título le da otra apertura. No queremos que quien estudie enfermería piense que solo va a trabajar en un hospital, sino que va a tener otra posibilidad. Porque reivindicar las tareas de cuidado es nuestro principal objetivo. Nuestra fuerza es la fe, y San José que no nos va a dejar caer” agregó.
El Proyecto educativo San José tiene más de 4500 estudiantes que se distribuyen entre los seis jardines infantes, tres escuelas primarias, dos secundarias, el instituto de formación docente, la escuela técnica, y la escuela especial que se inauguró en 2024.
Se trata de una infraestructura que brinda oportunidades a una comunidad a partir del profesorado inserto en el barrio. Así permite que muchos padres y jóvenes habitantes que postergaron sus estudios ahora pueden hacerlo. El proyecto es todavía muy joven, nació en 2021, y la primera generación de egresados en realizar un estudio superior – surgirá a finales de este año.
FUENTE: Imágenes enviadas por María Julia Bassó.