En la bula de proclamación del jubileo ordinario del año 2025 Spes non confundit –La esperanza no defrauda–, el santo Padre Francisco nos llama a ser signos de esperanza, especialmente para los más vulnerables y excluidos y, por primera vez, incluye a nuestro planeta y a todas las creaturas como destinatarios de nuestra atención y cuidado.
Como “peregrinos de la esperanza”, el Sumo Pontífice nos invita a incorporar este concepto: “la esperanza en Dios que nos ayude a recuperar, tanto en la Iglesia como en la sociedad, la confianza necesaria en los vínculos interpersonales, en las relaciones internacionales, en la promoción de la dignidad de toda persona y en el respeto de la creación” porque «todo está conectado».
Por primera vez en la historia de los jubileos ordinarios, se incluye explícitamente el mandato bíblico de ser custodios de la creación. Debemos cuidar nuestra «casa común», don divino que hace posible nuestra existencia en la Tierra, por lo que estamos obligados a “cultivarla y cuidarla”.
Francisco dirige una “invitación apremiante […] a las naciones más ricas, para que reconozcan la gravedad de tantas decisiones tomadas y determinen condonar las deudas de los países que nunca podrán saldarlas” no por magnanimidad sino por una “cuestión de justicia, agravada hoy por una nueva forma de iniquidad de la que hemos tomado conciencia”: «Porque hay una verdadera “deuda ecológica”, particularmente entre el Norte y el Sur, relacionada con desequilibrios comerciales con consecuencias en el ámbito ecológico, así como con el uso desproporcionado de los recursos naturales llevado a cabo históricamente por algunos países”. La Escritura señala que la tierra pertenece a Dios y todos nosotros habitamos en ella como “extranjeros y huéspedes”.
Las encomiendas y peticiones que hace el Santo Padre para el Jubileo 2025, nos recuerdan lo ya expresado en la Carta Encíclica Laudato Si’: “El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar”.
Esta esperanza para que las cosas cambien necesita de la acción decidida de “cada persona que habita este planeta”, en particular los católicos, porque las múltiples crisis que estamos viviendo son un llamado urgente a una profunda conversión que debe abarcar todos los aspectos de nuestra vida para lograr convertirse en una «ecología integral».
Para afrontar este desafío, Laudato Si’ nos remite a las cuatro relaciones fundamentales que deben darse simultánea y equilibradamente: las relaciones con Dios, con uno mismo, con los demás y con la creación, porque “son inseparables la preocupación por la naturaleza, la justicia con los pobres, el compromiso con la sociedad y la paz interior”. Además, y fundamentalmente, porque “vivir la vocación de Dios es parte esencial de una existencia virtuosa, no consiste en algo opcional ni en un aspecto secundario de la experiencia cristiana”.
La educación, en todos sus niveles, es fundamental para el logro de ese equilibrio, pues “en el seno del universo podemos encontrar un sinnúmero de constantes relaciones que se entrelazan secretamente… que nos lleva a descubrir una clave de nuestra propia realización”: una educación integral que también nos enseñe a contemplar y valorar esas relaciones de interdependencia porque, como ya hemos dicho, «todo está conectado».
La conversión ecológica integral necesita una educación ecológica integral, para lo cual es imprescindible repensar y rediseñar los programas curriculares, así como todas las demás actividades educativas, para que incorporen el concepto “ecología integral”, fomenten la conciencia ecológica en todos sus aspectos y todo esto pueda plasmarse en acciones concretas y transformadoras.
Es necesario impulsar los temas tratados en Laudato Si’ tanto dentro de las instituciones educativas como fuera de ellas, en las comunidades e instituciones con las que interactúan. Asimismo, hace falta generar un liderazgo ecológico tanto entre docentes como entre estudiantes, adaptar los contenidos a la realidad ambiental de cada comunidad y promover actividades de restauración ecológica, con el objeto de contribuir a una mayor comprensión de los fenómenos ambientales y sociales del tiempo que nos toca vivir, pero esencialmente, de promover una verdadera conversión ecológica que encarne el cambio en la relación con todo lo creado que la encíclica nos demanda.
Para el Movimiento Laudato Si´ —promotor de la conversión ecológica, la sostenibilidad en los estilos de vida y la denuncia profética—, el Jubileo 2025 será un tiempo de gracia excepcional: Se cumplirá el décimo aniversario de la publicación de Laudato Si´ y de la fundación del movimiento, pocos meses antes; se celebrará el 800º aniversario del Cántico de las Criaturas de San Francisco de Asís, (declarado patrono de los ecologistas por el Papa Juan Pablo II, en 1979). En noviembre, se llevará a cabo la 30ª Conferencia de las Partes (COP 30) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en la ciudad amazónica de Belém do Pará, Brasil, signo de la importancia de proteger la selva amazónica para mantener el equilibrio del planeta. Se espera que la curva de las emisiones de gases de efecto invernadero se revierta a tiempo para proteger la creación.
En tal sentido, viviremos el Año Santo con gran intensidad y renovada esperanza, para profundizar y ampliar nuestro campo de acción, motivando a las comunidades con las que interactuamos para lograr, a la luz de nuestra fe católica, cambios significativos en nuestros estilos de producción y de consumo. También apuntaremos a intensificar la denuncia profética, en los cinco continentes, para que los decisores de las políticas públicas actúen desde una perspectiva que tenga en cuenta la necesidad de preservar y restaurar el ambiente, por el bien de la humanidad.
Durante el Año Santo, las celebraciones anuales del movimiento: “Semana Laudato Si´” del 24 al 31 de mayo y “Tiempo de la Creación” del 1 de septiembre al 4 de octubre, estarán impregnadas de gratitud por todo lo realizado en estos primeros 10 años, gracias a la labor invaluable de miles de voluntarios en más de 180 países que, inspirados por nuestra identidad, misión y valores, trabajan para trasmitir la necesidad de conversión ecológica integral y de una renovada esperanza para llegar a más personas, más comunidades y más instituciones, con el objeto de concientizar sobre los cambios imprescindibles que debemos realizar para garantizar la vida en nuestro planeta, tanto para nosotros como para las generaciones futuras.
Otros acontecimientos que nos depara el año 2025
El 25 de enero: Vigilia de oración por el 10º aniversario del Movimiento.
Del 8 al 9 de marzo: Jubileo del Mundo del Voluntariado.
Del 7 al 8 de junio: Jubileo de los Movimientos Eclesiales, Asociaciones y Nuevas Comunidades
Del 20 al 22 de junio: Jubileo de los Gobernantes.
El 19 de julio, Encuentro Global del Movimiento Laudato Si´ presencialmente en Asís (Italia) y virtualmente en todo el mundo, para conmemorar nuestro aniversario.
Del 28 de julio al 3 de agosto: Jubileo de los Jóvenes.
El 5 de septiembre, Día de la Amazonía, vísperas de la cumbre climática de la ONU en Brasil.
Del 10 al 12 de septiembre en Roma, el XII CoLaCyR Congreso Latinoamericano de Ciencia y Religión.
Del 4 al 5 de octubre: Jubileo de los Migrantes.
Del 31 de octubre al 2 de noviembre: Jubileo del Mundo Educativo
Del 10 al 21 de noviembre: COP30, la 30ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
16 de noviembre: Jubileo de los Pobres.
Habrá otras celebraciones que harán que el Año Jubilar de la Esperanza sea memorable, por lo que invitamos a seguirnos en nuestras redes.
Con alegría también, les comunicamos que somos parte de un proceso para que la Fiesta o Solemnidad de la Creación se incorpore al calendario litúrgico oficial, lo que ya cuenta con la adhesión de la Conferencia Episcopal Argentina y del CELAM, así como de más de 600 instituciones alrededor del mundo. Los invitamos a firmar la adhesión de las instituciones o congregaciones a las que pertenezcan.
Encontrarán más información y el enlace para adherir en la siguiente Nota: La Fiesta del Misterio de la Creación: ¿Por qué y cómo apoyar el Proceso?
¡Feliz Navidad y Feliz Año Jubilar 2025! Les desea el Equipo Coordinador Nacional del Movimiento Laudato Si’ Argentina.
FUENTE: Equipo Coordinador del Movimiento Laudato Si Argentina.
Bibliografía
1 Francisco, Spes non confundit, 9 de mayo de 2024, n.25. 2 Francisco, Laudato Si’, 2015, n. 16. 3 Gn 2:15. 4 Cf. Spes non confundit, n.16. 5 Lev. 25,23. 6 Cf. Laudato Si’, n.13. 7 Cf. Laudato Si’, n. 3. 8 Cf. Laudato Si’, n, 10. 9 Cf. Laudato Si’, n, 217. 10 Cf. Laudato Si’, n. 240. 11 Cf. Laudato Si’, Capítulo Cuarto. 12 Más información en: https://laudatosimovement.org/es/news/2025-un-ano-de-aventuras/