La tecnología – mediada por la inteligencia artificial – impacta en la capacidad de estudiar, razonar y desarrollar el pensamiento crítico de los estudiantes. ¿Cuál es la tarea de los educadores? La especialista Paola Dellepiane, docente de la UCA y coordinadora del curso PromptIA-Pedagogía inteligente habla de la inteligencia artificial generativa. Una herramienta “en camino de aceptación” que responde a las consignas del Pacto Educativo: “la escuela no puede quedar fuera del mundo actual”.
En educación estamos pasando por situaciones bastantes complejas y con muchas problemáticas, entonces ¿cómo va a impactar la Inteligencia Artificial? Ella es el paradigma que vino a hacer un cambio en la cultura digital y algunos comparan su irrupción con la revolución industrial; vino a mover las estanterías de todos los trabajos, y por supuesto, la educación.
Los estudiantes ya están usando IA. Pero los docentes recién comenzaron a interiorizarse en el tema y necesitan pensar cómo llevarlo al aula en las tareas propias, cómo pensar actividades que permitan su uso.
El año pasado fue muy convulsionado: había mucha resistencia con respecto a las disrupciones que trae la IA, pero ahora estamos atravesando la ola. Es un camino de aceptación hasta llegar a utilizarla de forma natural. Además, como va modificándose en forma exponencial, hay muchas variables para analizar, y necesita tiempo de maduración.
Todavía sigue circulando mucha ciencia ficción sobre la IA. Sin embargo, el trabajo esencialmente humano del docente no va a desaparecer. Al contrario, esta herramienta viene a potenciar, facilitar y ampliar las posibilidades de trabajo. Hoy ya estamos comenzando una nueva etapa, la de experimentar y publicar las primeras experiencias.
Sabemos que la inteligencia artificial (IA) existe desde el siglo pasado, pero recientemente se introdujo una nueva tecnología que permite hablar de inteligencia artificial generativa (IAG). Es generativa porque, a partir de una instrucción del usuario, y basándose en la información previa que se encuentra en internet, el programa genera un contenido nuevo, inventado. A su vez, este contenido puede ser coherente y lógico, pero no necesariamente verdadero, por eso es fundamental mantener el sentido crítico.
Tras la revolucionaria irrupción y protagonismo que adquirió la IAG en 2022, el debate se centra en las ventajas y desventajas que representa para los docentes, los alumnos y las dinámicas de aprendizaje. Al respecto, la IAG no es una preocupación, sino una ocupación del sistema educativo; es un camino de ida, porque la tecnología nos ha atravesado a nivel social, cultural, global, y está para quedarse.
Particularmente recomiendo utilizar las herramientas de la inteligencia artificial generativa, mientras sea de la manera adecuada y con un propósito. Si quiero generar un escrito o mejorar una planificación que ya hice para mis clases, entonces sirve. Se trata de encontrar modos de uso que ayuden tanto a los docentes como a los alumnos, siendo conscientes de que la IAG no reemplaza la inteligencia y capacidad de análisis humano. Es más, yo apunto a ella como asistente del ser humano: cualquier estudiante o profesional puede aprovecharlo. Recomendaría usarlo para validación y verificación de actividades que uno haga, y es necesario conocer el tema para poder contrastar lo que me aporta el chat.
Sobre los posibles usos del ChatGPT, considero que desde la escritura y la parte semántica es muy bueno; sin embargo, para obtener información verdadera hay que ir a la fuente.
Algunos docentes entienden que la introducción de herramientas de IAG es una oportunidad para enriquecer la experiencia en el aula y el proceso de aprendizaje. Hay profesores que lo traen como una herramienta de ejercicio para los alumnos, y lo que se genera es una retroalimentación y un trabajo cognitivo que es válido.
También puede asistir en la organización de las clases. Le puedo dar mi planificación del año pasado con instrucciones, pidiéndole que me ayude a mejorar las clases.
Me gustaría promover el uso auténtico de estas herramientas, evitando su empleo para la copia o el plagio, y en mi caso planeo resignificar mis clases, incluyendo el ChatGPT y la IAG en algunas prácticas. Como docente, el consejo que daría es no resistirse sino traerlo al aula y buscar un equilibrio.
El Departamento de Educación de la UCA dicta un curso PromptIA-Pedagogía Inteligente, e indaga sobre estas nuevas dinámicas de enseñanza y aprendizaje, invitando a docentes y profesionales a formar parte. El objetivo es que, al finalizar el curso, cada uno tenga una producción de algún material didáctico construido a partir de la IAG, que pueda implementar en sus aulas o profesión.
FUENTE: Paola Dellepiane es profesora de Matemática y licenciada en Tecnología Educativa. Facultad de Ciencias Sociales de la UCA.
