ESPACIO PATROCINADO
El hecho de que niños y adolescentes accedan a estas plataformas de apuestas y la falta de controles efectivos es alarmante. Padres, docentes y directivos pueden tomar algunas medidas para prevenir y mitigar los efectos de esta problemática.
“¿Jugamos una fichita en el recreo?”. “Este debe plata”. “Con lo que gané, salí todo el fin de semana”. Estos son algunos de los comentarios que se escuchan en los pasillos de los colegios. El universo de las apuestas online es un fenómeno en crecimiento. Los alumnos conversan del tema con naturalidad y hay mucha preocupación por parte de padres, docentes y directivos debido a la peligrosidad que esta situación supone para los adolescentes.
Las posibilidades son infinitas: se puede apostar al resultado de los partidos, a la cantidad de goles, a los equipos más grandes y también a los menos conocidos. Dentro del mundo del casino, los juegos van desde el blackjack, a la ruleta, el poker y bingo, entre muchas otras opciones.
Por ley, los menores de 18 años no pueden participar de juegos de apuestas. La Asociación de Loterías, Quinielas y Casinos Estatales de Argentina (ALEA) precisa cómo se regula el ingreso a este tipo de sitios. Cada apostador debe identificarse para acceder y jugar en las plataformas de juego oficiales. No hay anonimato posible y no está permitido el registro de menores de edad. Si un menor, no obstante, accede con la información de sus padres, un hermano mayor o un amigo que tenga más de 18 años, ALEA no tiene forma de verificar la adulteración de identidad.
En este punto, es preciso diferenciar la oferta de juego legal de la ilegal. En las plataformas ilegales no existe ningún tipo de regulación. El proceso casi siempre es el mismo: el jugador entra a la plataforma online, hace click en un link que lo direcciona a un chat de WhatsApp, pide para loguearse y luego le mandan un usuario, una contraseña y un CBU para transferir el dinero. No se pide absolutamente nada, entonces puede apostar un niño de 10 u 11 años. Sólo necesita acceso a una cuenta.
Algunos padres han notado que sus hijos están involucrados en actividades de apuestas en línea, a menudo financiadas por ellos mismos sin siquiera notarlo. Y en las escuelas, la preocupación comenzó cuando los preceptores y tutores notaron que los chicos pasaban sus recreos con el celular y tras ahondar en el tema vieron que lo que hacían era apostar.
En Creativos Digitales estamos en permanente contacto con las instituciones educativas. En muchos de los colegios tomaron cartas en el asunto, notificaron a los padres del nivel secundario sobre esta cuestión y brindaron charlas de prevención.
Como primera medida, en caso de que la familia o los docentes observen conductas de aislamiento, cambios de carácter, cambios de actitud ante el dinero, preocupación excesiva durante algún evento deportivo o abuso de horas con el celular, es recomendable consultar con un profesional.
Además, es necesario seguir gestionando instancias de capacitación para docentes y charlas para concientizar a las familias acerca de las consecuencias y riesgos que conlleva apostar.
Sugerimos a los padres estar atentos a los consumos de los adolescentes que manejan billeteras virtuales e instalar, en la medida de lo posible, aplicaciones de control parental en los dispositivos de los adolescentes. La que recomendamos para estos casos es Family Link, de Google. Para más información o capacitaciones, escriba a: colegios@creativos-digitales.com.
Fuente: Juan Ávila, CEO y Co-Founder de Creativos Digitales • Línea de Vida de Jugadores Anónimos: (011) 15-4412-6745 (funciona las 24 horas) info@jugadoresanonimos.org.ar / www.jugadoresanonimos.org.ar
