“En los espacios catequísticos, como en las múltiples asignaturas curriculares de los planes de estudio de todos los niveles, la concientización en materia de Ecología Integral se convierte en un elemento transversal y central”. Lineamientos para pensar la educación en clave ecológica integral desde Laudato Si’ y Laudate Deum. Un trabajo realizado por los Teólogos Sabrina Marino y Agustín Podestá, docentes e investigadores de la Universidad del Salvador.
“La cosmovisión judeocristiana defiende el valor peculiar y central del ser humano en medio del concierto maravilloso de todos los seres, pero hoy nos vemos obligados a reconocer que sólo es posible sostener un ‘antropocentrismo situado’. Es decir, reconocer que la vida humana es incomprensible e insostenible sin las demás criaturas, porque «todos los seres del universo estamos unidos por lazos invisibles y conformamos una especie de familia universal, una sublime comunión que nos mueve a un respeto sagrado, cariñoso y humilde».” (Laudate Deum 67)
En octubre de 2023, el Papa Francisco publicó la Exhortación Apostólica Laudate Deum, 8 años después de la publicación de la magistral Encíclica Laudato Si’. Decimos “magistral” con convicción: Laudato Si’ se ha convertido en un hito central del pontificado de Francisco ya que llevó dentro de la Iglesia y, a su vez, sacó hacia el mundo, la denuncia por la crisis global social y ambiental como una parte y compromiso fundamental de la fe cristiana. Esa crisis es, en adelante, un atentado a la Creación, una destrucción de la casa común, un pecado social. Todo católico, luego de 2015, debe convertirse en clave de espiritualidad ecológica integral.
Sin embargo, 8 años después, frente a la falta de reacciones suficientes para afrontar las consecuencias de la crisis ambiental y la constatación del fuerte impacto climático (por ej, en 2023 se declaró la “era de la ebullición global”, y no ya de “calentamiento global”), Francisco consideró oportuno hacer un “enfoque” dentro de la Ecología Integral, es decir, reparar en algunas cuestiones más urgentes, a saber: la crisis climática (resistencias, confusiones, causas humanas, daños y riesgos); el paradigma tecnocrático; la debilidad de la política internacional; las conferencias internacionales sobre el clima, en especial de las COP; y, por último, la labor fundamental de las espiritualidades y las religiones al servicio del cuidado de la Casa Común.
Se observa, a raíz de las temáticas, que, por un lado, no se trata propiamente de una “segunda parte” de Laudato Si’, sino, como hemos dicho, se trata de un “enfoque” en cuestiones que urgen. De esta forma, corresponde tener presente que el documento principal sigue siendo Laudato Si’ (de hecho, Laudate Deum es una “exhortación” y no una “encíclica”, porque expone aspectos más coyunturales y menos de fundamentación). Por otro lado, se observa que las categorías centrales, también aquí, siguen siendo la crisis socio-ambiental (no una sin la otra, sino ambas intrínsecamente relacionadas) y la Ecología Integral como una invitación a buscar soluciones transversales e interdisciplinarias, que nos permitan abordar la problemática holísticamente sin reducirnos a una sola mirada o disciplina.
Se observa, a raíz de las temáticas, que no se trata propiamente de una "segunda parte" de Laudato si', sino de un "enfoque" en cuestiones que urgen
Como señala ya Laudato Si’, la educación juega un papel fundamental en el compromiso por el cuidado de la Casa Común. Tanto sea en los espacios catequísticos, como en las múltiples asignaturas curriculares de los planes de estudio de todos los niveles, la concientización en materia de Ecología Integral se convierte en un elemento transversal y central. Destacamos, entonces, cuatro elementos que pueden servir para pensar la educación en clave ecológica integral desde Laudato Si’ y Laudate Deum:
1. Investigación y trabajos de campo en materia de cambio climático. Desde las investigaciones científicas y académicas universitarias, hasta visitas a un club barrial por parte de un grupo de nivel inicial, todas las estrategias pedagógicas pueden contribuir a generar mayor y mejor conciencia de los estudiantes y las comunidades educativas frente al ineludible conflicto del cambio climático.
2. Ecología integral para una cultura y una ética del cuidado y la justicia social. No se trata sólo de pequeñas y aisladas iniciativas, sino de formar en hábitos buenos (éticamente), en una cultura del cuidado que modifique así patrones de conducta social y patrones de consumismo innecesario. Como recuerda Laudate Deum: “…no hay cambios duraderos sin cambios culturales, sin una maduración en la forma de vida y en las convicciones de las sociedades, y no hay cambios culturales sin cambios en las personas.” (LD 70)
3. El Pacto Educativo Global. Especialmente los puntos 6 y 7 tratan sobre la transformación de la ética y la política al servicio del bien común y sobre el Cuidado de la Casa Común. De esta forma, trabajar por la educación en ecología integral es también insertar nuestros trayectos pedagógicos dentro de los compromisos del Pacto Educativo.
4. La espiritualidad. El documento cierra con un capítulo dedicado al lugar de las religiones en el compromiso del cuidado de la casa común. Recuerda que la Creación es el lugar de encuentro entre Dios y el ser humano, es adelanto de la vida eterna. Por ello, la resurrección de Cristo incluye la resurrección de la Creación. Cuidar la Creación es tarea esencial de los cristianos. La educación religiosa en particular, juega aquí entonces un rol fundamental.
En conclusión, podemos notar que Laudate Deum no supone una ruptura frente a las enseñanzas que viene ofreciéndonos el papado de Francisco desde sus comienzos, al contrario, es un documento que sigue reflejando su preocupación por el cuidado de la casa común, ofreciendo siempre nuevas alternativas para “acompañar este camino de reconciliación con el mundo que nos alberga” tanto desde el plano individual como desde el político-económico (Df.69).
Las palabras del Papa nos recuerdan el valor de la esperanza, ya que no se limitan simplemente a denunciar, sino que nos mueven a actuar, a ser protagonistas del cambio de manera activa, asumiendo que el compromiso por revertir y sanar las consecuencias de la crisis socio-ambiental es una labor que se desprende directamente desde lo más profundo de nuestro ser cristianos.
Es por eso que como educadores tenemos la responsabilidad de incorporar el cuidado de la creación en nuestra labor docente, buscando alternativas dinámicas y pedagógicas que nos faciliten el acercamiento a la temática en todos los niveles educativos. En la actualidad existen grandes y diversos recursos —la mayoría de ellos gratuitos— que nos acercan actividades y materiales para poner en marcha la “conversión ecológica” en nuestras instituciones: cursos virtuales, movimientos, textos, etc. Al aprovecharlos y explorar nuevas ideas que seguramente surgirán durante su implementación, ya estaremos contribuyendo significativamente con esta causa que nos convoca a todos, confiando en que la riqueza del tema entusiasmará tanto a docentes como a estudiantes.
Fuente: Los profesores Agustín Podestá y Sabrina Marino han desarrollado la Cátedra Extracurricular Itinerante Laudato Si’ para reflexionar desde la Universidad sobre el cuidado de la casa común. Esta actividad (no arancelada) tuvo varias ediciones a lo largo de los últimos años y fue recomendada para agentes de pastoral, catequistas, docentes y personas interesadas.
