¿Es posible crecer y hacer crecer a niños y jóvenes en pandemia? ¿la educación es una estrategia o es la comunicación de uno mismo? Educadores italianos promovieron en las redes un encuentro internacional con Julián Carrón, presidente de la Fraternidad de Comunión y liberación, a partir de su último libro sobre el Pacto Educativo Mundial, y “el grito de alarma” que lanzó el Papa Francisco, dijo.
Fuentes: www.amazon.es / Educación. Comunicación de uno mismo. Libro de J. Carrón./ youtube.
La transmisión de este encuentro público realizado desde Italia está en la plataforma de youtube y fue traducido en varios idiomas; inglés, francés, portugués y español. Se trata de una confrontación sincera, un diálogo que surgió a partir del último libro escrito por el principal referente del movimiento católico de CL, y de experiencias y preguntas significativas sobre la emergencia educativa.
Una médica pediatra de los más grandes hospitales de Milán abre la conversación; como muchos de sus colegas, percibe un incremento de las urgencias pediátricas de adolescentes: problemas psicopatológicos, lesiones, hasta dramáticos intentos de suicidios. Incluso, plantea “¿cómo puede ser que chicos de 8 o 10 años puedan morir por los llamados juegos viles – challengers, o redes sociales?”
Carrón cita a la escritora Susanna Tamaro; “la pandemia ha revelado – no creado – soledades…” e introduce su libro; el covid “trajo a la actualidad una situación existencial que lleva muchos años, agravándola… ya a mediados de los 70, el cineasta Pier Paolo Pasolini interceptó los signos de una mutación antropológica que consistía en el decaer de lo humano como experiencia real”. A mediados de los 80, el padre Giussani acuñó la expresión “efecto Chernobil” para describir la debilidad de conciencia que veía en los jóvenes, y hablaba de una extrañeidad entre nosotros mismos, como si no hubiera ya ninguna evidencia real, excepto la moda… También Juan Pablo II identificó el peligro de la época al hablar de la “abolición de lo humano” es decir, “del deseo que habita en el corazón de todo hombre”. Esto lo llevó a Benedicto XVI a hablar verdaderamente de una emergencia educativa”.
Para el responsable internacional de Comunión y Liberación “el papa Francisco – consciente de todo esto – lanzó un grito de alarma, proponiendo un pacto educativo global. Es así, la emergencia educativa es real, lo muestran hasta las series de televisión. Por eso, no hay que infravalorar las dimensiones del desafío” dice el sacerdote. Y, en segundo lugar, analiza “el descubrimiento de lo que es el nihilismo, como el peligro al acecho en la vida de cualquiera, nada parece conseguir atraer a los jóvenes, sacarles de su sopor; que ahora es on line, ayer, presencial. Entonces, ¿cómo nos ayudamos afrontarlo con toda la capacidad de nuestra conciencia?”
El nivel del desafío
“La respuesta la reconocen hasta los niños. – dice Carrón quien manifiesta: me quedé maravillado por ver cómo ellos interceptan enseguida un docente que no se conforma con realizar solamente su trabajo”
Los niños interceptan enseguida un docente que no se conforma con realizar solamente su trabajo
En el evento que siguieron educadores y padres de todo el mundo sale a la luz una historia valiosa. Un papá cuenta un episodio familiar en una cena, cuando deciden rezar juntos por la curación del covid. Su hijo de 5 años se queda sorprendido: es que su maestra en clase les había dicho que sólo los adultos podían hablar del virus. Después, cuando se dio cuenta con otra maestra de que podía rezar para salir de la pandemia, se sintió atraído, al punto de querer cambiarse de colegio. De este ejemplo se vale Carrón para señalar que: “no puedes, aunque tu intención sea buena, ahorrarle la realidad a un niño, aunque tenga cinco años. Él ya sabe juzgar y te juzga. Por eso, para abrirse a la realidad, hace falta un adulto que sea una presencia; y este episodio ayuda a entender mejor por qué «la educación es introducción en la realidad total», como insistía don Giussani”.
Carrón cita al fundador de CL cuando decía que “no logro encontrar otro motivo de esperanza sino en el multiplicarse de estas personas que sean una presencia, y la inevitable simpatía entre ellas”.
Lo revolucionario es una vida nueva
Los libros de Julián Carrón siempre desvían la atención del educando al educador – comenta una participante- Y a la conciencia de sí, que posee el que educa.
“Hace falta que cada uno de nosotros renazca en un encuentro para poder dirigirse a otro con la esperanza de despertarlo. Es difícil encontrar adultos con esta autoconciencia. La fuerza de un sujeto está en la intensidad de su autoconciencia, en la claridad con la que se percibe a sí mismo y aquello por lo que vale la pena vivir.
Juan Pablo II hablaba de la abolición de lo humano como una atrofia del corazón. “¿Qué se puede hacer? Lo cierto es que delante de un compañero así, siempre está la posibilidad de tu testimonio. Y el otro, viendo cómo vives tus relaciones, con el pasado, presente o futuro, más o menos lentamente, cuando Dios quiera, según sus tiempos, se sorprenderá”, dice Carrón.
Y continúa: “El testimonio es una manera de vivir la existencia y las relaciones en todos sus factores por una hipótesis de trabajo que se llama Cristo. Por la fe en Cristo. No hay que cometer el error de escandalizarnos. El tiempo no es nuestro. Es la gran oportunidad que tenemos. Lo dice el autor Charles Peguy “Jesús no perdió el tiempo quejándose de los malos que eran los tiempos, sino que testimonió esa vida nueva que portaba”.
Es como decir que la educación se hace con la realidad que hay.
Esta situación es una oportunidad para nosotros como adultos – señala el autor – de hacer el camino, y preguntarnos qué cosa sostiene la vida. Ser capaces de estar delante de este desafío no depende de nuestra valía o capacidad, sino de estar en camino de dejarnos generar. Porque el cristianismo es el verbo encarnado. Si Cristo me embiste en todas las relaciones también debe embestir la situación de la gente que me rodea. Y la embiste a través de mí, a través de nosotros. A Dios no le importa mis altibajos.
Una de las presentaciones del libro “Educación. Comunicación de uno mismo”, generó un diálogo del sacerdote Julián Carrón con el destacado psicoanalista italiano Massimo Recalcati.
El psiquiatra- autor de numerosas publicaciones – “había identificado con agudeza que en el mundo ideal todo es posible. Pero en el mundo real; nos vemos obligados a hacer experiencia de lo imposible…” Y según Carrón; “este es nuestro desafío”.
“Los profesores que trabajaron a distancia el año que pasó han dado cuenta de este imposible en el proceso de formación sin renunciar a su deseo de enseñar sino adecuándolo a las asperezas impuesta por la realidad. Las asperezas han sido muchas, porque no se trata de dar contenidos, sino de una resistencia activa al poder de la destrucción y de la muerte, y testimoniando que la cultura no renuncia ante el mal ni cuando éste toma la forma impalpable de un virus. La batalla se libra en nosotros. Por eso el primer trabajo es sobre nosotros mismos.
El punto de partida no es un análisis de la situación. Es un acontecimiento. Si no nos han mirado de modo verdadero como mirar a otros … Hace falta algo actual para nosotros ahora. Porque uno no genera, si no es generado. La generación es algo presente. Y los chicos tienen capacidad de interceptarlo, tienen un radar. Lo descubrimos, porque en vez de alejarse, se acercan. Todo se convierte en ocasión para descubrir una belleza. ¿De verdad los chicos no están aprendiendo nada de esta lección? ¿la que nos deja el covid?