Una experiencia de convivencia y diálogo entre jóvenes con responsabilidad social de toda América latina: el Primer Congreso Internacional de Jóvenes para jóvenes organizado en Buenos Aires por el Centro Ana Frank.
El Congreso de Jóvenes para jóvenes fue una experiencia sumamente enriquecedora. Este encuentro tuvo como objetivo promover el intercambio de experiencias y conocimientos entre jóvenes de todo el país y Latinoamérica, y brindó una forma única para que alrededor de 200 jóvenes de más de 14 países de América Latina y de las diversas provincias de Argentina compartieran sus historias, reflexiones y proyectos, permitiendo la interacción entre personas de distintas realidades, edades, experiencias.
El Congreso se destacó por ofrecer un espacio inclusivo y abierto en donde los jóvenes fueron los protagonistas y en donde se construyeron los espacios desde y para ellos. Mediante sus intervenciones, los participantes pudieron expresar sus inquietudes, sueños y propuestas sobre temas que los tocan directamente, muchos de ellos pudieron ocupar el lugar de expositores y expertos por primera vez. Compartieron con el resto de los jóvenes acciones y proyectos que ya venían realizando y al conocerse lograron crear redes y lazos para continuar el trabajo. A su vez, académicos y especialistas contribuyeron con sus conocimientos en distintos paneles, generando un diálogo constructivo y enriquecedor.
Además de los paneles y experiencias, el Congreso incluyó actividades culturales, que permitieron conocer la ciudad y su historia, elemento que nos parece necesario para seguir construyendo y trabajando en la actualidad. Estos días se caracterizaron no sólo por una multiplicidad de espacios formativos y de intercambio, sino además de disfrute y alegría. Para nosotros como institución es sumamente importante poder hacer dialogar estos elementos y que trabajar por un mundo mejor sea algo que se hace con entusiasmo, junto a otros.
Para quienes formamos parte de la organización y coordinación del evento, este congreso fue una experiencia inolvidable. Nos permitió reflexionar sobre nuestro rol como facilitadoras en los procesos de participación juvenil y cómo podemos seguir adelante con nuestra misión en el Centro Ana Frank, creando más espacios de encuentro que fortalezcan el protagonismo juvenil. Resaltamos mucho la palabra esperanza, tanto entre los participantes como en el equipo. Creemos que el Congreso posibilitó a todas las personas encontrarse con otras personas con quienes comparten valores y objetivos y a partir de estos encuentros comprendimos que no estamos solos. Así, creemos que todos pudimos recargar energías para continuar trabajando por una sociedad más justa.
Este evento marca el comienzo de un camino hacia un mayor compromiso con los jóvenes y un futuro en el que su participación sea fundamental para la construcción de sociedades más inclusivas, democráticas y equitativas.
FUENTE: Por Meital Herbst y Michelle Ickowicz*
*Coordinadoras de guías del Centro Ana Frank.