Comunidades entramadas, comunicación, políticas integrales y gestión para una educación con perspectiva inclusiva es la propuesta de este lanzamiento de editorial NOVEDUC.
Los autores de esta obra son reconocidos por compartir la autoría de varias publicaciones de NOVEDUC. Pero esta vez se comprometieron abordar la gestión desde las diversidades; un desafío a todos los educadores que aspiran impulsar acciones concretas para garantizar el derecho a la educación con perspectiva inclusiva.
Esto requiere ampliar las miradas ante una multiplicidad de situaciones de niños y jóvenes con sus propias historias y pautas culturales. Para ello, los autores vinculan desarrollos teóricos, propuestas de casos prácticos y analogías, como elementos fundamentales que entrelazan a los protagonistas en las aulas, las instituciones y los territorios. Todo es a favor de la construcción de comunidades entramadas, de abordar la comunicación efectiva, y la puesta en acto de políticas integrales, gestión instrumental, prácticas de enseñanza y de asesoramiento y la incorporación de las familias como personajes activos.
Para Sandra Sánchez y Néstor Zorzoli, “gestionar implica que los distintos escenarios educativos se resignifiquen en comunidades entramadas, y que el trabajo desde las diversidades configure un saber hacer transformador”.
Una de sus primeras reflexiones se relaciona con el sentido que otorgamos al concepto de “diversidad”. Diversidades de actores: estudiantes, educadores, directivos, supervisores, familias, cuyas interacciones conforman múltiples escenarios: diversidades áulicas, institucionales, y territoriales. Es una propuesta para el debate y la reflexión. Y que tiene como fruto el fortalecimiento de una cultura colaborativa en la que se alienta la pluralidad de voces, el disenso, el cambio mientras se profundice y transparente la comunicación.
Cada capítulo concluye con una historia que se entrama con el marco teórico, y se invita al lector a ser partícipe en la interpretación y abordaje del caso. Sánchez y Zorzoli buscan así una propuesta didáctica para cada una de las singularidades existentes en un escenario pedagógico y abordan propuestas que resulten flexibles para las distintas características de los estudiantes.
“La subjetividad, característica que definen cada persona, desde su propia historia y pautas culturales, lleva a la comprensión de la existencia de diversidad como condición fundamental en el desarrollo de la complejidad de los procesos educativos”, escriben.
Esta condición plantea un enorme reto para la gestión de los sistemas educativos. Hoy en su organización básica y prácticas específicas “siguen anclados, homogeneizantes, y portan la mirada que supone que los estudiantes aprendían de una determinada manera a cierto ritmo fijo y uniforme. Son aprendizajes evaluados (controlados) con el parámetro de “lo esperable”, señalan ambos autores.
Sin embargo, para ellos, “los avances en Ciencias de la Educación han definido que las realidades suelen ser mucho más complejas y que, si nos posicionamos en el derecho a la educación de todos, ya no podemos continuar con esas prácticas que consideran a la mayoría de la población según dos posibilidades: aprender lo propuesto, o quedar excluido”.
Esto significa que “el hoy nos interpela – política y éticamente – a repensar, desde el profesionalismo, cómo generar las condiciones que garanticen este acceso al capital cultural que es el foco de los procesos educativos”.
“En esta producción – dicen -tomaremos como hilo conductor las distintas tramas y escenarios… desde el paradigma de la complejidad (como enseñó Edgar Morin). Por eso la idea de escenarios nos parece tan gráfica como imagen potencial. Y nos traslada a una condición sine qua non que es la planificación estratégica”.
Esta implica que los docentes piensen sus escenarios (áulicos, institucionales o territoriales) desde un posicionamiento proactivo, superando la visión tecnocrática del cumplimiento administrativo. Se trata de considerar una mirada situacional ¿Quiénes son estos actores? ¿a qué publico me dirijo?, ¿qué experiencias previas los atraviesan?, plantean estos autores.
La realidad evidenció ciertas incertezas en educación después de la situación sanitaria provocada por la pandemia, además de la fuerte aparición de la virtualidad como nuevo escenario en lo cotidiano. Así, lo que parecía una situación de emergencia, condujo a nuevas formas de interrelación educativa.
Entonces, la gestión desde las diversidades requiere ampliar las miradas y prepararse para la multiplicidad de situaciones que nos permiten garantizar derechos de niños y jóvenes. Por sus propias características estos procesos requerirán incorporar a las familias, actores que fueron claramente secundarios. Familias que en la sociedad actual ya no necesariamente responden a la clásica familia de la modernidad. Sino que se definen desde un gran número de posibilidades y composiciones, en las que las diversidades también se hacen presentes. Ellas demandan ser partícipes de nuevos vínculos con las instituciones educativas.
“Gestionar implica que las reflexiones nos comprometan en acciones” concluyen los autores Sandra Sánchez y Néstor Zorzoli. Al utilizar la casuística como recurso, permiten avanzar en el reconocimiento de las distintas situaciones y las posibles estrategias de intervención.
Fuente: Síntesis de una introducción a la obra desarrollada por Sandra Sánchez. Lic. en Calidad de la Gestión Educativ (USAL). Prof. en enseñanza primaria, con experiencia en adolescentes y adultos. Abogada U. Siglo XXI. Y por Néstor Zorzoli. Prof. de Química (UBA). Prof. en la UTN. Magíster en Educación y en Ciencias con un postgrado en formulación y planificación de políticas educativas. (U. Comahue – IIPE UNESCO).
