Celebrar esta Semana Santa en el marco del Jubileo nos invita a reflexionar sobre la Pascua como signo de esperanza.
Los cristianos somos hombres y mujeres de esperanza, porque hemos nacido de la Cruz de Cristo, renovados por su resurrección y fortalecidos por su espíritu.
Por nuestra experiencia de fe y vida sabemos que siempre después de la Cruz viene la resurrección, porque nuestro caminar es el caminar de Jesús que nos invitó a seguirlo con nuestras propias cruces a cuestas.
No nos prometió ausencia de dificultades, pero unidos a él, “Peregrinos de Esperanza”, vivimos y contagiamos la alegría de haberlo encontrado en nuestras vidas.
Que en cada una de nuestras comunidades educativas sepamos compartir la alegría que nace de la Pascua, signo de esperanza para todos, y hagamos presente a Jesús Resucitado en cada momento, especialmente en aquellos en los que debamos enfrentar la dificultad, seguros que con El siempre encontraremos el camino para seguir avanzando.
Que, como decía el Beato Cardenal Eduardo Pironio, “Nuestra Señora de la Esperanza, Virgen del silencio y la espera, Virgen que sufrió la cruz y por eso supo lo que era esperar, encienda en el corazón de ustedes, mis queridos, en el corazón de nuestros hermanos, en mi corazón, la luz inextinguible de una esperanza que tiene que ser contagiosa para cambiar al mundo”
¡Feliz Pascua de Resurrección!
Adrian Alvarez
Presidente