La Fundación Espacios Verdes cumple 12 años de capacitación a funcionarios públicos, docentes, y realizando talleres para escuelas, emprendedores en turismo sustentable, y empresas con una visión de responsabilidad y compromiso con el cuidado del ambiente.
Quizás comenzar esta nota con una pregunta nos invite a reflexionar, aunque no sea lo más habitual: ¿Qué mundo queremos para nuestros hijos y nietos?
Escuchamos y compartimos la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, y sus 17 ODS (Objetivos del Desarrollo Sostenible), son parte de un llamado global a una acción colectiva para poner fin a la pobreza, cuidar el planeta, nuestra casa común (Laudato si’). Grandes enunciados podemos crear y aclamar al mundo los seres humanos, también enfatizar en la importancia que tienen, pero muy poco hacemos para resolver que estos objetivos cumplan su función para proteger nuestra Casa Común que nos alberga, sin tomar en cuenta a qué cultura, situación social, etnia o creencias espirituales y religiosas a las cuales pertenecemos.
Volviendo al tema de educación ambiental, queremos compartir una parte de la historia y agradecer el poder hacerlo.
En 2024 cumplimos 12 años de una experiencia que comenzó en el 2012 a través de un concurso realizado por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación y el Fondo para las Américas para proyectos ambientales.
Así comenzó, el RESA, con distintos módulos para la Villa de Merlo (San Luis) y sus alrededores, con el fin de capacitar a funcionarios públicos, docentes, y realizando talleres para escuelas, emprendedores en turismo sustentable, empresas y comercios locales con una visión de responsabilidad y compromiso con el cuidado del ambiente.
Al finalizar el año establecido por el proyecto, nuestra Institución (FEV) decidió continuar de manera gratuita con el módulo de educación ambiental para docentes y alumnos, fomentando la educación basada en proyectos y compartiendo sus experiencias en su comunidad educativa con otras escuelas provinciales y de CABA tanto públicas y privadas.
También fue creada para ser una gran puesta en común entre Instituciones educativas y Universidades. Las jornadas contaban con dos días para las capacitaciones con puntaje y otro para el intercambio de experiencias con alumnos y docentes de nivel secundario. También se incluían a otras ONGs que quisieran hacerlo.
Así, se fueron desarrollando las jornadas, tanto en Merlo San Luis como en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA (CABA) y siempre con los auspicios de la Universidad Nacional de San Luis a través de la Facultad de Turismo y Urbanismo y la Universidad Nacional de los Comechingones. Las jornadas se han desarrollado con una visión mancomunada de mantener el espíritu federal y el trabajo conjunto.
En 2020, la pandemia de COVID cambió la situación, al encontrarnos aislados sin poder organizarlas de manera presencial. Por ese motivo se decidió no interrumpir, sino difundir las jornadas en formato virtual con la ayuda activa de las Universidades con las cuales sumamos profesionales en las diversas áreas y orientadas con el eje ambiental.
Las Universidades pasaron a ser organizadores con la FEV y esta situación nos permitió consolidarnos como equipo de trabajo y dar un giro distinto, logrando un mayor alcance con las provincias.
Ese mismo año se crearon las jornadas RESA Jóvenes en Movimiento, que fueron impulsadas por la escuela Almafuerte, Nichia Gakuin y la escuela Parque Barón. De esta manera, los jóvenes de los últimos años del secundario organizaron la propuesta con el acompañamiento de los profesores y directivos, conduciendo las jornadas, creando un logo que los identifique, compartiendo sus experiencias en proyectos ambientales y sociales con una conciencia solidaria ambiental y tomando así el protagonismo de las jornadas.
De esta manera, las jornadas no fueron interrumpidas y continúan a la actualidad dejando una huella y semillas para un futuro mejor. El trabajo conjunto entre instituciones es para nosotros fundamental, al igual que compartir los conocimientos y el respeto a la diversidad para una mejor calidad de vida.
Creemos en los jóvenes y en el rol que cumplen las instituciones educativas y ambientales. Sabemos que es un trabajo constante y permanente para no perder la importancia de la educación en valores; es un trabajo minucioso y se necesita armar una red de cooperación y supervivencia con conciencia y compromiso social ambiental.
Nos adherimos a la Agenda 2030 de la ONU y a la encíclica Laudato si’, y esperamos que el compromiso colectivo de la humanidad sea real y concreto en sus acciones para, con una educación ambiental accesible y transversal a nuestra vida diaria, lograr una comunión más profunda entre los seres humanos y la naturaleza.
Para finalizar, cabe preguntarse nuevamente “¿Qué tipo de mundo queremos para nuestros hijos y nietos como a quienes nos sucedan?”, y la respuesta sintetiza un slogan que utilizamos a menudo “el ambiente lo cuidamos entre todos”. Así sea.
FUENTE: Ana Maria Mónaco – Fundación Espacios Verdes