Llegamos al final de un nuevo año y como todo cierre nos invita a evaluar lo realizado, para aprender de la experiencia y recomenzar el camino luego de un merecido descanso.
El próximo año el Papa nos invita a vivir el Jubileo de la esperanza, un año que se propone como la ocasión para restablecer la correcta relación con Dios, con las personas y con la creación (cfr. Lv 25,813).
El 2025 nos invita vivir este Jubileo en nuestras comunidades como “Peregrinos de esperanza”. El ser peregrinos implica estar en movimiento. Nuestra vida entera es un peregrinar continuo a la Casa del Padre
En este último número del año les proponemos aprovechar este tiempo de receso para empezar a reflexionar sobre la implicancia del jubileo en nuestra tarea docente.
¿Cómo viviremos este peregrinar en nuestras escuelas? ¿Cómo invitaremos al resto de la comunidad a este peregrinar?
Al convocar este Jubileo el Papa Francisco nos invita a redescubrir la esperanza en los signos de los tiempos que el Señor nos ofrece, que requieren ser transformados en signos de esperanza. (Cfr Spes non confundit, Bula de Convocatoria al Jubileo 2025, Papa Francisco, mayo 2024)
“La educación es un acto de esperanza” (Francisco, 2020) y quienes recorremos las aulas cotidianamente lo sabemos. Cada día volvemos a renovar la esperanza y seguimos sembrando valores, aptitudes y conocimientos con el propósito de seguir construyendo un mundo más fraterno y más justo.
Que María, estrella de la esperanza, nos acompañe en este camino
Aprovecho para desearles una Feliz Navidad en familia y un buen inicio de año
Adrián Álvarez
Presidente