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Un proceso de elección mutua

“La creación de un equipo educativo debe abordarse como una oportunidad de construcción conjunta” sostiene Daniela Borlenghi, Licenciada en educación, Co-founder de Pickapply, la plataforma educativa que conecta docentes postulantes e instituciones. Desde su experiencia en el Departamento de Selección de Personal, ella plantea “un enfoque bidireccional” para conformar equipos “que no solo sean efectivos, sino que también promuevan el bienestar y la mejora continua de la comunidad educativa”.

La creación de equipos de trabajo en el ámbito educativo es un proceso complejo y extremadamente dinámico, que va mucho más allá de evaluar competencias técnicas. Implica que tanto la institución educativa como los docentes realicen una elección mutua, buscando una alineación en términos de valores, objetivos y compromiso con el proyecto educativo. Este enfoque bidireccional no sólo favorece el éxito del equipo, sino que también promueve un entorno de trabajo basado en la colaboración y el desarrollo profesional.

En lugar de tratarse de un simple proceso de selección de personal, la creación de un equipo educativo efectivo debe abordarse como una oportunidad de construcción conjunta. Tanto la institución como el docente deben reflexionar sobre si esa colaboración es adecuada, si los valores y objetivos están alineados, y si ambas partes están dispuestas a comprometerse con la evolución constante que demanda el ámbito educativo.

El docente como agente de elección – Cambio de paradigma

El paradigma actual ha cambiado: ya no es sólo la institución la que busca a los candidatos más adecuados, sino que el docente también asume un rol más activo y ejerce su capacidad de elección. En este nuevo contexto, los educadores no son simples postulantes que se ajustan a una vacante; ellos seleccionan conscientemente el entorno en el que desean desarrollarse, poniendo en primer plano sus propias metas y valores profesionales.

En este proceso, y con el objeto de “matchear” casi de manera perfecta con la Institución, los docentes deberían evaluar si la cultura institucional, el modelo pedagógico y la dinámica de trabajo se alinean con sus expectativas y visión profesional. Este cambio de rol implica que los educadores, además de cumplir con los requisitos institucionales, también consideren si el espacio les permitirá crecer y aportar valor a largo plazo. Este proceso de evaluación personal no solo garantiza un buen ajuste inicial, sino que contribuye a formar equipo de trabajo comprometidos y alineados con los valores de la institución.

Ahora, más que nunca, los docentes indagan sobre aspectos clave como el clima laboral, las oportunidades de desarrollo profesional y la claridad de la misión educativas para asegurar que eligen conscientemente formar parte de un proyecto que resuene con su propio crecimiento.

La importancia de una visión compartida

La alineación de valores es fundamental para cualquier equipo exitoso. Para las instituciones, significa ser claras en la transmisión de su misión, visión y expectativas, pero para el docente también implica reflexionar sobre su lugar en ese esquema. Un docente que comparte la visión institucional y encuentra un propósito común con su equipo de trabajo es más propenso a comprometerse y a ser parte activa en la construcción de un proyecto a largo plazo.

Al evaluar su participación en una institución, los docentes deben considerar si sus valores pedagógicos resuenan con los de la institución. Por ejemplo, si un colegio promueve la innovación y el aprendizaje basado en proyectos, pero el docente se siente más cómodo con metodologías tradicionales, es probable que no encuentre satisfacción profesional en ese entorno. Así, ambos lados deben asegurarse de que existe un alineamiento antes de consolidar la relación.

Transparencia y comunicación bidireccional

El proceso de selección es crucial, pero no solo desde la óptica de la institución. Los docentes, al ser actores activos de su trayectoria profesional, deben también buscar espacios donde sus habilidades, tanto técnicas como emocionales, sean valoradas y puedan desarrollarse. Preguntarse si la institución fomenta el desarrollo profesional continuo, si existe un sistema de mentoría o cómo es el clima de trabajo colaborativo son reflexiones que ayudan al docente a hacer una elección informada.

La transparencia es clave en ambas direcciones. La institución debe ser clara respecto a sus valores, desafíos y expectativas, pero el docente también debe comunicar sus fortalezas, necesidades y aspiraciones de manera honesta. Solo así se puede generar un espacio de trabajo donde ambas partes estén comprometidas con el éxito y la mejora continua.

Desarrollo profesional: una responsabilidad compartida

Una vez que el docente ingresa a la institución, el desarrollo profesional debe ser una prioridad tanto para la escuela como para el docente. Las instituciones pueden ofrecer oportunidades de formación continua y retroalimentación, pero es el docente quien debe tener la iniciativa personal de buscar crecimiento constante, innovar en su práctica pedagógica y adaptarse a los cambios del entorno educativo. El aprendizaje a lo largo de la carrera es una parte integral del rol docente, y los equipos educativos sólidos se construyen sobre la base de profesionales comprometidos con su propio desarrollo.

En este sentido, la evaluación continua no debe ser vista sólo como una herramienta institucional, sino como una oportunidad para que el docente reciba retroalimentación, revise su práctica y mejore de manera constante. Un equipo de trabajo efectivo es aquel donde existe un compromiso mutuo hacia la mejora continua, tanto desde el lado de la escuela como del docente.

El bienestar docente: un compromiso conjunto

Finalmente, el bienestar docente es responsabilidad tanto de la institución como del propio educador. La institución debe promover un clima de trabajo positivo, ofreciendo espacios de apoyo emocional, diálogo y desarrollo personal. Sin embargo, el docente también debe ser proactivo en cuidar su propio bienestar, buscando un equilibrio entre su vida personal y profesional, y tomando medidas para gestionar el estrés de manera adecuada.

El éxito de un equipo educativo depende en gran medida de la motivación y satisfacción de sus miembros. Un docente que se siente valorado y que percibe un buen ambiente laboral estará más comprometido y motivado para dar lo mejor de sí mismo. En este sentido, tanto la institución como el docente tienen un papel importante en la creación de un clima laboral saludable y motivador.

La construcción de equipos educativos exitosos es un proceso de elección mutua. No es responsabilidad exclusiva de la institución ni del docente, sino un proceso colaborativo en el que ambas partes deben evaluarse mutuamente, comprometerse con el crecimiento profesional y alinearse en valores y objetivos. Solo a través de este enfoque bidireccional se pueden conformar equipos que no solo sean efectivos, sino que también promuevan el bienestar y la mejora continua de la comunidad educativa.

Referencias y puntos clave a destacar

– Elección mutua: El proceso de selección debe ser bidireccional, donde tanto la institución como el docente se evalúan mutuamente para garantizar un buen ajuste.

– Visión compartida: Es fundamental que ambas partes se alineen en términos de valores y objetivos pedagógicos.

– Transparencia y comunicación: La honestidad y la claridad en la comunicación son clave para un proceso de selección exitoso.

– Desarrollo profesional: Tanto la institución como el docente tienen la responsabilidad de fomentar el crecimiento continuo y la mejora de las prácticas pedagógicas.

– Diversidad en el equipo: La colaboración en equipos diversos enriquece la práctica educativa y fomenta un entorno de aprendizaje más robusto.

– Bienestar: Un buen clima laboral es responsabilidad compartida entre la institución y el docente, quienes deben trabajar en conjunto para promover el bienestar emocional y profesional.

FUENTE: La Lic. Daniela Borlenghi, Co-founder Pickapply es también Co-directora de ROB Consultora, una empresa con más de 30 años de experiencia en el mercado educativo, dedicada a brindar asesoramiento a instituciones en lo que respecta a la organización y gestión institucional. 

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