RENOVAR LA ESPERANZA
Una nueva Navidad se avecina y volvemos a contemplar el pesebre.
Como siempre el Señor nos habla desde sus gestos y en cada momento de nuestra vida nos dice aquello que necesitamos escuchar, aunque a veces pareciera no responder a nuestra pregunta inicial.
El Niño de Belén, nace en el medio de la incertidumbre, de la debilidad y la pobreza. Ni María ni José lograban comprender en su totalidad lo que estaba sucediendo y menos aun lo que iba a suceder.
Sin embargo, los alimentaba la esperanza de saber que Dios estaba con ellos, acompañándolos.
La experiencia del pesebre nos enfrenta a nuestra propia situación de debilidad, las circunstancias nos superan, muchas veces no sabemos qué hacer, que va a pasar, como vamos a hacer frente a un presente difícil y a un futuro que no se vislumbra fácil.
En esos momentos sentimos la necesidad de abrazar al Niño, como lo hizo María y fortalecernos en el seno de la familia, donde todos saben quiénes somos y somos amados y aceptados sin reservas.
El reciente Beato Cardenal Eduardo Pironio, profeta de la esperanza, rezaba
Que en esta Navidad nazca de nuevo Jesús,
para nuestra familia y para todos.
Para nuestro barrio y nuestro pueblo,
para nuestra Patria y para el mundo entero.
Así podremos anunciar también nosotros:
«NOS HA NACIDO EL SALVADOR,
QUE ES CRISTO, EL SEÑOR». AMEN.
FELIZ NAVIDAD
Adrián Álvarez
Presidente