Seguimos profundizando sobre los desafíos que nos propone el Pacto Global Educativo y su implementación concreta en nuestras aulas. En este caso, Francisco nos propone abrirnos a la acogida, algo que muchos de nuestros docentes saben hacer cotidianamente en nuestras escuelas.

“Recibir la vida como viene” debe ser hoy el lema de nuestro trabajo cotidiano y nuestras instituciones deben prepararse para hacerlo.

Las notas que acompañan esta publicación han sido escritas por quienes desde distintos lugares han intentado dar respuesta a este desafío y nos dan una pista de por donde podemos ir.

Francisco en la Exhortación Christus vivit nos invita a reflexionar sobre el papel de nuestras escuelas “… las instituciones educativas de la Iglesia son un ámbito comunitario de acompañamiento que permite orientar a muchos jóvenes, sobre todo cuando «tratan de acoger a todos los jóvenes, independientemente de sus opciones religiosas, proveniencia cultural y situación personal, familiar o social. De este modo la Iglesia da una aportación fundamental a la educación integral de los jóvenes en las partes más diversas del mundo»” (n° 247). Sin embargo, también nos invita a hacer una urgente autocrítica y a evaluar en cuanto nuestra pastoral educativa da repuesta a la realidad que viven nuestros jóvenes.

Abrirse a la acogida requiere no excluir a nadie y nada del quehacer educativo. La instrucción sobre La Identidad de la Escuela Católica para una Cultura del Diálogo de la Congregación para la Educación Católica, reflexiona sobre qué significa ser una escuela católica, el “Carácter distintivo de su naturaleza eclesial es su ser escuela para todos, especialmente para los más débiles” (n° 22)

Lejos de encerrarnos en nosotros mismos y en nuestras instituciones, el Papa nos invita a abrirnos a todas las realidades y entrar en diálogo con ellas, dando a conocer el mensaje evangélico con el propósito que éste impacte en la vida personal de cada uno de los que participan de nuestras comunidades educativas.

La invitación es a volver a mirarnos, a dejarnos sorprender por las nuevas realidades y a ser creativos para dar nuevas respuestas a las preguntas que hoy se hacen nuestros estudiantes y sus familias.