Desde un ámbito de educación no formal, Sandra Pierdominici, directora ejecutiva de la Fundación Grano de Mostaza, escribe sobre las propuestas de una organización que procura la integración e inclusión social de niños y adolescentes de lugares aislados de la Argentina. Desde esta experiencia, habla de los desafíos más urgentes de la escuela secundaria que para ella “es el nivel más crítico del sistema educativo” por el que vale mostrar un trabajo pedagógico basado en habilidades sociales y emocionales.
Si pensamos en los Objetivos de Desarrollo Sustentable de Naciones Unidas (ODS) el número 4 muestra: Educación de calidad. Hoy, cualquier ciudadano del mundo rescata a la educación de las personas como un factor primordial para mejorar su calidad de vida, la de su familia, su comunidad y la de todo un país.
Sin embargo, el término implica tantos deseos, objetivos y contenidos que, así como todos rescatan a la educación, también diría que cada uno está pensando en diferentes marcos estratégicos y posibilidades cuando habla.
Ahora bien, la idea no la vamos a discutir aquí, sino más bien tomar algún ejemplo que pueda replicarse y generalizarse en diversos contextos sociales y económicos.
Hablaremos de modelo educativo para cualquier edad, pero específicamente me dedicaré a la escuela secundaria y a probar el cambio en sus pedagogías, ya que la secundaria es el nivel más crítico del sistema educativo, el que presenta los desafíos más urgentes.
La secundaria argentina atraviesa una crisis severa. No solo por el desgranamiento sistemático de su matrícula, sino también por la calidad de sus procesos de enseñanza y aprendizaje.
Algunos datos de Argentina y la región:
El 60.7% de los alumnos de primer año llega al último en el tiempo esperado.
- 156 adolescentes dejan su curso por día.
- El 69% de los estudiantes tiene dificultades para resolver operaciones matemáticas. En Lengua, todavía el 38% está por debajo del nivel esperado. (Aprender 2017).
Los chicos quieren ser parte de la escuela media, pero no pueden, las aulas se van vaciando y no sabemos cómo afrontar el problema.
Programa "Mi proyecto de vida"
Nuestros procesos de enseñanza y aprendizaje se basan en una mirada integral de lo que significa el ser humano. Intervenimos en cada encuentro de manera holística, abordando los cuatro dominios que conforman al alumno: el dominio mental, emocional, lo físico y lo espiritual; sabiendo que los aprendizajes no surgen sólo desde el conocimiento o la información adquirida, sino que es la suma del saber y el saber hacer.
En el trabajo pedagógico con adolescentes desarrollamos las habilidades sociales y emocionales que nos permiten generar las acciones para comprobar el nivel de aprendizaje de cada alumno, comprendiendo que un adolescente y/o joven es proactivo, no solo porque sabe lo que significa, sino porque lo demuestra con sus actos y comportamientos.
Qué son las Habilidades Socio Emocionales
mostrar empatía por los demás, establecer y desarrollar relaciones positivas, tomar decisiones responsables, definir y alcanzar metas personales. Las HSE son la forma en que Pensamos, Sentimos y actuamos. Además, son maleables y fundamentales para que los alumnos logren sus objetivos y se desarrollen de forma integral.
Nosotros las abordamos desde el juego y las dinámicas grupales en cada encuentro que realizamos. Sabemos que inciden de forma directa en el rendimiento académico del alumno y su bienestar personal.
En nuestros talleres, se utiliza también el arte a través del programa “Sembrando Creatividad” que le da mucha importancia al proceso creativo, expresivo y artístico que se genera en cada intervención. Ofrecemos las técnicas y materiales necesarios para que el producto final sea de calidad.
Los talleres se focalizan en el desarrollo de las competencias asociadas, tales como:
• Confianza: Asumir como propios los objetivos propuestos. Generar alto nivel de compromiso cumpliendo con lo establecido (consensuado y validado) construyendo y fortaleciendo confianza hacia sí mismo y hacia los demás. Actuar según lo esperado a través de la generación de empatía y un saludable equilibrio emocional.
• Proactividad: Actitud anticipatoria a los hechos asumiendo plena responsabilidad. Detectar oportunidades. Traduciendo ideas en medidas concretas de acción, y sometidas a revisión, consenso y validación.
• Orientación a Resultados: Capacidad de encaminar todas las acciones al logro de lo establecido previamente como objetivos desafiantes y medibles. Con una búsqueda constante de destrabar los obstáculos y superarlos.
• Trabajo en equipo: Capacidad de colaborar y cooperar con los demás; de formar parte de un grupo con una actitud generosa y genuina de dar lo mejor de sí; y en forma transversal la comunicación, la creatividad, la motivación y el desarrollo de hábitos para mejorar el rendimiento escolar.
Premisas metodológicas
Estos adolescentes y jóvenes muchas veces pasan desapercibidos en sus casas, en la escuela…
Uno de nuestros diferenciales es que los conocemos, los escuchamos, acompañamos y les contamos sus fortalezas y aspectos de mejora. AQUÍ SON IMPORTANTES. Favorecemos el BUEN HUMOR, el BUEN CLIMA, construimos CONFIANZA, tenemos ACTITUD DE SERVICIO y somos EJEMPLO PARA QUIENES PARTICIPAN. Sabemos y estamos convencidos que cada chico y chica tiene potencial, y confiamos en ellos. SON RESPONSABLES DE SUS ACTOS. Detrás de cada joven hay una razón para que sea como es o actúe como lo hace. Sus acciones y actitudes le fueron funcionales hasta el momento. NO JUZGUEMOS, SEAMOS ESTRATEGAS PARA SACAR LO MEJOR DE ELLOS.
Cuál es nuestro rol (el de docentes, facilitadores, tutores)
Al asumir la RESPONSABILIDAD POR EL APRENDIZAJE DE LOS JOVENES, el capacitador tendrá el desafío de generar un BUEN VÍNCULO, y el de CENTRARSE EN LAS POTENCIALIDADES más que en las carencias de los chicos, aprovechando sus experiencias de vida, sus opiniones y capacidad reflexiva como un recurso en el proceso pedagógico.
Cuando hay un LOGRO o encontramos una FORTALEZA en el joven, entonces la ENGRANDECEMOS, la elogiamos para que él quiera avanzar, y progresar. NO AL SERMON/ SI A LA PREGUNTA. No hay proceso más válido que el que le da sentido, elige y valida el propio joven. Valoramos LA PREGUNTA, ella nos permite conocer la forma en que interpretan las situaciones y desde ahí construir nuevas formas de observar y actuar.
NO HAY UNA MIRADA UNICA. VALORAMOS EL ERROR como instancia de aprendizaje. FOMENTANDO LA CONFIANZA. Porque cada encuentro es un proceso de transformación del comportamiento, de las ideas, los conceptos, o modelos mentales, los sentimientos, intereses y motivaciones. Si no hay cambio, no hay aprendizaje. El vínculo con el joven es determinante para que este pueda animarse, transformarse, hacer una transición sana entre su ser adolescente y la vida adulta.
Al asumir la responsabilidad por el aprendizaje de los jóvenes, el capacitador tendrá el desafío de generar un buen vínculo, y el de centrarse en las potencialidades más que en las carencias de los chicos,
Hoy se necesita un docente capacitador o tutor que:
1) Acompañe de forma positiva en el proceso de aprendizaje, siendo guía y red de los jóvenes para que aprendan, tomen riesgos, se equivoquen extrayendo de sus errores aprendizajes significativos.
2) Genere buen clima. Un ambiente seguro en el que los chicos se animen a articipar sin temor, pregunten cuando no comprendan, se sientan mirados y espetados, que descubran lo mejor que tienen para dar.
3) Motivación. Que genere el deseo de aprender, que contextualice y dé encuadre a las tareas para que tengan sentido y significado. Que respete la secuencia pedagógica de las clases para facilitar este proceso. Que el joven entienda el “para qué” de cada actividad y comprenda que ese aprendizaje le erá útil para alcanzar sus metas.
4) Que Lidere, intervenga, y ponga obstáculos con el fin de promover el aprendizaje. Para lograrlo, necesita poner en práctica tres dominios: • CUERPO: Buen manejo de la gestualidad, voz, postura y movimiento. • EMOCIÓN: Ser consciente y tener autodominio emocional, actitud de servicio, buen humor, saber crear ambientes de confianza y contagiarlos, disfrutar. • LENGUAJE: Expresarse con claridad, dar y recibir feedback de manera respetuosa, scuchar activamente.
5) Que empatice. Que tenga capacidad de comprender las necesidades del otro y de comunicarle su comprensión. Volver a chequear su escucha, observar el lenguaje no verbal, aquel que a veces no se pronuncia. Que pregunte sin sermones, motivando al joven a encontrar sus propias respuestas
6) Que comunique con Pasión. Que cada encuentro sea un momento único, con sentido, que sea para el joven una oportunidad de ampliar su mirada, una ocasión para sentir “que pueden”. También para desafiarlos a que hagan la diferencia, o para que ese día se sientan valorados, mirados
7) Que juegue. Que entre al aula con actitud placentera, que disfrute del encuentro, de lo que está haciendo, y contagie al resto de los jóvenes.
8) Que mida y adapte. Que prepare su clase con tiempo, que se apropie de los objetivos con la finalidad de poder centrarse, durante el encuentro, en los jóvenes y los emergentes que surjan de las propuestas dadas. Con una preparación previa podrá adaptar y flexibilizar las dinámicas y actividades cuando los jóvenes lo requieran.
Las clases/talleres
Su estructura en diferentes bloques, tiene como objetivo generar una experiencia placentera y holística de los jóvenes, en la que intervienen los tres dominios que nos conforman como seres humanos: Dominio del lenguaje (lo que pienso); dominio de la emoción (lo que siento); dominio del cuerpo (lo que hago.) Esto se logra a través de distintas actividades y dinámicas lúdicas.
Bloque 1 – Bienvenida y encuadre de lo que se va desarrollar
Bloque 2 – Sensibilización grupal – Dinámica de romper el hielo que permita sensibilizar o generar el clima adecuado – nos conectamos.
Bloque 3 – Desarrollo del eje temático – puede ser teórico y/o práctico
Bloque 4 – Dinámica de aplicación – aprender haciendo
Bloque 5 – Reflexión y aprendizajes asimilados – Interiorizar los saberes y capitalizar la experiencia, más refuerzos positivos de las buenas prácticas.
En cada bloque se interviene en uno o en los tres dominios, ya que el cambio de uno modifica a los otros dos, generando una nueva forma de interpretar o de observar los hechos.
Conclusión
No conozco ningún docente que no se sienta motivado cuando observa que sus alumnos pueden, aprenden, se sienten parte de la sociedad, estimulados y preparados para el mundo del trabajo.
Podríamos preguntarnos cómo se están formando los jóvenes que prontamente serán docentes de escuela media, y repensar esta actividad como un trabajo intenso, pero no imposible, humano por compartir con otras personas, y satisfactorio por obtener los resultados esperados.
Podríamos preguntarnos si jugamos en las clases cuando queremos que aprendan; si les damos a los adolescentes y jóvenes el tiempo necesario para usar su cuerpo y no estar sentados todo el tiempo; si los dejamos participar y opinar; si proponemos generar proyectos reales para su futuro.
En fin, si podemos entender que la disrupción está entre nosotros para quedarse y necesitamos seres humanos creativos y pensantes.
UN DECÁLOGO DEL DOCENTE – TUTOR
• Saludar personalmente a cada uno mirando a los ojos con amabilidad.
• Percibir a los adolescentes y jóvenes de forma integral, interviniendo en los 3 dominios (lenguaje emocionalidad y corporalidad).
• Utilizar siempre la pregunta. Suponer menos e indagar más.
• Todas las emociones son válidas (las de los jóvenes y las nuestras)
• Poner el cuerpo, la mente y el alma en cada taller.
• No al sermón.
• Aprender haciendo
• Naturalizar el error y aprender del mismo
• Adaptarse al proceso de manera flexible, focalizando en las posibles soluciones
• Valorar las diferencias, evitar la comparación.
• Atender los emergentes de forma eficiente y efectiva.
• El cierre no puede faltar
• Disfrutar de la actividad.
FUENTE: S. Pierdominici es Lic. en Educación por la UBA, con una amplia trayectoria en la creación, ejecución y evaluación de programas para organizaciones sociales y de sustentabilidad. Además, promueve la inserción laboral y finalización de estudios de jóvenes con pocos recursos en Salta, Santiago del Estero y Buenos Aires. Coordinó el Programa Scholas Occurrentes de Toyota S.A. Dictó talleres en escuelas técnicas sobre Introducción al mundo del trabajo. Maestría en RSE del Instituto del Banco Mundial. Posgrado en organizaciones sin fines de lucro por la Universidad Torcuato Di Tella, CEDES, Universidad de San Andrés. Maestría en Educación y Sociedad. FLACSO.