El 9 de junio de 1925 el Episcopado Argentino creaba el Consejo Superior de Educación Católica. 98 años de vida fecunda, con sus luces y sus sombras, pero que es historia de fidelidad y entrega de tantos hombres y mujeres, sacerdotes, religiosos y laicos, que supieron ofrecer al Señor lo mejor de ellos mismos para el bien de la educación.
Como nos recordara el Papa Francisco en su viaje apostólico a Canadá en agosto de 2022: “Somos hijos de una historia que hay que custodiar, somos artesanos de una historia que hay que construir”
Nuestra fidelidad “no es más que una respuesta a la fidelidad de Dios” (Homilía del Papa Francisco, 15 de abril de 2020), no es estancamiento ni rigidez sino una “fidelidad creativa”. El Papa nos dice que “la tradición es la garantía del futuro y no una pieza de museo…, es lo que hace crecer a la Iglesia de abajo hacia arriba, como un árbol, desde las raíces”.
Es la fidelidad de quienes saben leer los signos de los tiempos y hablar a los niños, a los jóvenes, los hombres y mujeres de hoy “de un modo nuevo, más acorde con un mundo y una cultura profundamente cambiados” desde “la perspectiva de una Iglesia en salida misionera”, que asume “la tarea de repensar la Iglesia para que sea conforme al Evangelio que debe anunciar” (Francisco, Audiencia a los miembros de la Asociación Teológica Italiana. Diciembre 29 de 2017). Hoy más que nunca debemos ser esa “comunidad de discípulos misioneros que primerean, que se involucran, que acompañan, que fructifican y festejan” (EG 24) La verdadera fidelidad a la tradición exige poder leer el pasado de modo inteligente, recuperando lo que todavía es valioso y superando con audacia lo que pertenece a una mentalidad o cultura obsoleta. (P. Raúl Arderí, SJ)
En este nuevo aniversario demos gracias por la vida de todos y cada uno de los que han transitado este camino, que el Señor sepa recompensarlos con el ciento por uno.
Ponemos a los pies de nuestra Madre de Lujan nuestra tarea para que ella nos ayude a ser los discípulos misioneros que necesita su Hijo en este tiempo de la Iglesia, de la Argentina y del mundo.
Adrián Álvarez
Presidente
