El Papa Francisco recuerda todos los años esta efeméride para sostener que el justo acceso al agua es una cuestión de “vital urgencia” que lleva a modificar estilos de vida.
El día mundial del agua es, históricamente, una iniciativa de las organizaciones mundiales (ONU-UNESCO) con el objetivo de generar conciencia acerca de la importancia de cuidar el denominado «oro líquido», para la vida de los seres humanos y las especies en la Tierra.
Es una fecha que no pasa desapercibida para el Papa Francisco que en sus mensajes pide actuar “sin dilación”; señalando que “es más necesaria que nunca la colaboración entre los Estados, el sector público y privado, así como la multiplicación de iniciativas por parte de los Organismos intergubernamentales”
Este año 2023, el lema es «La importancia del agua» como premisa para recordar la relevancia del agua dulce a la que todavía cerca de 2.200 millones de personas no pueden acceder.
El agua es un elemento del que disfrutamos en las sociedades avanzadas y que damos por sentado. Sin embargo, muchos países sufren de la falta de agua potable.
Además, la contaminación provocada por la industria y la acción del hombre pueden afectar a las capas freáticas y, por tanto, a nuestro acceso al agua que podemos beber.
El Día Mundial del Agua es una oportunidad para profundizar en los factores que intervienen en la obtención de agua potable, su suministro, y cómo podemos marcar la diferencia para preservar este bien tan valioso.
Considerada como un derecho humano, este valioso e indispensable recurso natural no llega de forma segura a un gran número de personas en distintos países, sobre todo a los más pobres, donde el agua potable no es accesible. Para los refugiados, personas sin hogar y todos los que viven en pobreza extrema no hay ninguna posibilidad de gozar de este recurso tan vital.
Fuente: www.vatican.va
