En los últimos días, los obispos de la Comisión de Educación de la Conferencia Episcopal Argentina han convocado a un Pacto Educativo Argentino. La iniciativa se enmarca en el Pacto Global Educativo al que el Papa Francisco convocara en septiembre de 2019 y quiere ser un espacio de diálogo entre todos aquellos actores del quehacer educativo, sin excluir a nadie, para “unir los esfuerzos por una alianza educativa amplia para formar personas maduras, capaces de superar fragmentaciones y contraposiciones y reconstruir el tejido de las relaciones por una humanidad más fraterna”[1].
Frente a este desafío, el rol de los docentes resulta fundamental. Por eso, preparando las celebraciones del mes de septiembre, en las que ponemos especial énfasis en quienes día a día ejercen su vocación en las aulas, quisimos proponerles una reflexión profunda sobre nuestra tarea.
Los artículos propuestos invitan a volver a mirarnos porque, como expresa Paola Del Bosco en la nota de tapa, “la persona que educa sigue creciendo en su misma tarea de educar” y no sólo nos convocan a la reflexión sino a rezarlos frente al Señor que todo lo ve y todo lo transforma. “Somos portadores humildes de algo que nos supera por todos lados, pero que nos aporta la esperanza”.
Frente a la tentación del individualismo auto referenciado y la obsesión consumista de las cosas, el Lic. Ricardo Moscato, nos invita a ser “escuelas posadas”, donde “los apaleados” puedan recuperarse y salir sanos con un proyecto de vida posible, “se trata de la paciencia cotidiana del educar, acompañar y cuidar “en cuerpo presente” aún y sobre todo en tiempos digitales”.
También, el Padre Pablo Ardiles, nos invita a “que descubramos el aporte de la pedagogía catequética a todo el ser y hacer educativo de la escuela y no solamente en los límites específicos de su propia currícula”.
Por su parte, el Padre Juan Manuel Ribeiro, nos llama a reflexionar sobre la pedagogía de Jesús, Buen Maestro donde abreva nuestra pastoral educativa, “más allá que tome prestado los aportes de la didáctica y psicología evolutiva actual”.
Finalmente, dos experiencias ponen de manifiesto este perfil docente. Por un lado, la de la Escuela Parroquial Virgen Inmaculada en el Barrio Ramón de Carrillo en Soldati, Ciudad de Buenos Aires y, por el otro, la valiosa experiencia de la Prof. María Nieves Tapia y los 25 años del aprendizaje –servicio solidario. “Educar para la fraternidad es justamente uno de los ejes centrales del “Pacto Educativo Global” propuesto por el Papa Francisco, y en ese marco el aprendizaje-servicio se ofrece explícitamente como un camino concreto para concretarlo”
Quiero concluir invitando a todos a sumarse al dialogo que propone el Pacto Educativo Argentino, a través de los distintos medios que vayamos poniendo a disposición y agradeciendo a todos los maestros, maestras, profesoras y profesores, por su tarea cotidiana, muchas veces silenciosa, comprometida con cada uno de los estudiantes que el Señor a puesto en nuestro camino.
Hasta la próxima
[1] Francisco, Mensaje para el lanzamiento del Pacto Educativo, Vaticano, 12 de septiembre de 2019