El 8 de diciembre es una de las mayores fiestas de la Virgen María: “La Inmaculada Concepción”, dogma de fe, promulgado en 1854. Por la importancia de esta fecha, niños y jóvenes de escuelas y parroquias reciben los sacramentos del Bautismo y la Eucaristía. También se arma el pesebre de Belén: “para que todos miembros de la familia comiencen a entrar en contacto con el misterio de la Navidad”.
María estaba “en los planes de Dios” proclamó el papa Pío IX, en la llamada bula “Ineffabilis Deus” (El Dios Inefable), y explica cómo la Virgen, Madre de Jesús, es la única persona que nació sin pecado original en la historia de la humanidad. Ella es la “Inmaculada Concepción”; cuántos colegios, santuarios, capillas y parroquias nombrados bajo esta advocación celebran en su honor una gran fiesta.
En su proclama del siglo 19, el santo padre señaló que Dios pensó en María incluso, antes de nacer: “le concede la gracia de venir al mundo sin ningún tipo de mancha”, mientras que “todos los demás nacemos con esa tendencia al pecado, que nos limpia el bautismo”. Y “si contemplamos la oración del Ave María, este dogma se ve reflejado”.
Pío IX pidió que: “escuchen estas palabras y continúen invocando, orando; … acudiendo con confianza a esta dulcísima Madre de misericordia y gracia, en todos los peligros, angustias, necesidades, y en todas las situaciones oscuras y tremendas de la vida. Pues nada se ha de temer, de nada hay que desesperar, si ella nos guía, patrocina, favorece, protege, pues tiene para con nosotros un corazón maternal, y ocupada en los negocios de nuestra salvación, se preocupa de todo el linaje humano…”
Como refleja una poesía del escritor francés Charles Péguy «Nos han dicho tantas cosas, oh Reina de los Apóstoles, / que no nos atraen los discursos. / Ya no tenemos más altares que los tuyos, / ya no sabemos más que una simple oración».
Fuente: Bula Ineffabilis Deus. www.vatican.va / Congregación de Culto Divino/ Frases y pensamientos.com.ar /charles peguy
