Desde su compromiso con la pastoral educativa de Consudec, el padre Walter Paris, explica cómo acompañar, en este tiempo, la Asamblea Eclesial para América Latina y el Caribe. Un evento promovido por el Papa Francisco que convoca “a todos, no solo a obispos o religiosos” y que “llama a la audacia de un proceso continental de escucha” en el que pueden participar las escuelas.
Hoy miramos atrás, con memoria agradecida, la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y el Caribe en Aparecida. Este encuentro del año 2007 es recordado como un acontecimiento eclesial sin precedentes; abierto, sensible, sinodal, materno, y muy participativo. Allí habló la Iglesia que se piensa desde el umbral de un cambio de época.
Un cambio de época que hoy recrudece con la pandemia, y nos desafía en más de un sentido.
En este contexto, la escuela católica se empeña en mantener vivo su foco principal que es la evangelización y la transmisión de la fe en compañía de los padres, las familias, articulando su diálogo con la sociedad y el mundo.
Y retomando todo lo que se habló sobre pastoral educativa en los últimos cursos de rectores, el Papa Francisco convoca ahora a esta asamblea eclesial, señalando a los obispos de América latina y el Caribe que Aparecida “todavía tiene mucho más para profundizar”.
¿Qué significa asamblea eclesial?
Significa poner al pueblo de Dios en asamblea, para que este pueblo hable y cuente lo que le pasa; su vivencia pastoral. Porque, nuestra manera de vivir la pastoral, es también una manifestación del Espíritu Santo.
La asamblea del CELAM tendrá lugar en noviembre, pero esta etapa de escucha tiene dos pilares que el Papa nos invita a vivir en profundidad. El primero es la comunión, como fundamento teológico del camino sinodal y proceso para escucharnos los unos a los otros. La comunión es esencial y tiene como búsqueda el concepto de revelación, expresado de dos maneras: una, para discernir los signos de los tiempos, tal vez, la expresión más poética que utiliza el Papa Francisco, y el otro concepto es que Dios habla con hechos y palabras.
Él se hace carne; habla desde la realidad. Y los signos de los tiempos lo podemos interpretar en la medida en que nosotros logremos entrar en diálogo con la realidad y descubramos que Dios habla a través de las relaciones humanas, los vínculos y luego, con todo el mundo.
Algunos plantean el proceso de escucha como algo histórico. Pero el papa Benedicto ya inició un proceso de escucha con el sínodo de la palabra, cuando nos mandó un cuestionario para responder. Luego vino el sínodo de la familia y el de los jóvenes, que enriqueció tanto el diálogo de los obispos.
Ahora seguimos con una dinámica parecida, y tomando el proceso virtual de escucha del sínodo de los jóvenes a través de internet, el papa Francisco llama a la audacia de hacer un proceso continental de escucha donde todos puedan participar, personas individuales, grupos, parroquias, los que están cerca o alejados de la Iglesia.
Este proceso tiene la gran novedad del Big data, la inteligencia artificial, el método a través del cual se van a hacer un cruzamiento de datos. Realmente es un proceso ambicioso y bellísimo, con el cual todos podemos participar y expresar nuestras necesidades, búsquedas, y sensaciones.
Si vamos a la página oficial de la asamblea eclesial de América Latina y el Caribe, vamos a encontrar vídeos y distintos recursos multimedia que nos van a ayudar a descubrir y profundizar el camino de la escucha.
El sitio plantea además ver el documento “En camino”, que tiene una versión original y otra abreviada, con un mapa conceptual para ayudar a la lectura. Se trata de documentos que presentan una introducción tanto a los contenidos como a la metodología propuesta para este proceso de escucha.
Al final, tenemos un espacio para poder responder de manera personal o grupal a esta iniciativa, como en una encuesta. Desde el Consudec, también se facilita un documento en Word con preguntas que se pueden responder en papel y enviar a: pastoraleducativa@consudec.org
El mismo se puede abordar tanto de manera individual como grupal. La fecha límite para participar por ese medio será el día 29 de agosto, lo cual nos permite tener un mínimo margen para enviar los resultados.
Se trata de llegar a todos los lugares porque tenemos el deseo de ver qué viven ustedes en sus escuelas, y si están llevando este proceso de escucha a los niños y a los jóvenes, a quienes, a veces hay que traducir las preguntas si están formuladas en un conjunto difícil de palabras.
Esta ocasión, también puede ser un espacio para vivir profundamente nuestra visión de la escuela, de la educación, y de la pastoral educativa y comprender mejor qué desafíos afrontamos.
Algunas instituciones ya están en camino, otras desean recibir el material. Desde el Consudec, se envían documentos que admiten varias posibilidades para responder esta gran encuesta, en forma grupal, o individual. Sin embargo, esto no quita que las escuelas también lo puedan hacer desde la página de la asamblea eclesial.
Es muy interesante lo que el Papa nos propone; porque la sinodalidad, desde lo metodológico y como resultado implica un camino más lento. A veces es más fácil que venga alguien y diga todo lo que hay que hacer o que baje línea. Pero el Papa nos dice que así no es la Iglesia. La Iglesia es una gran familia donde todos somos co – responsables, co – constructores y creadores con Dios.
En este tiempo de pandemia y distanciamiento social, muchas comunidades se reúnen por Zoom o también con el canal de YouTube, y las comunicaciones se realizan también mediante la publicación y participación por medio de los canales de comunicación de la diócesis.
Fuente: Síntesis de la webinar, “Animando el proceso de escucha”. Padre Walter Paris. Desde Coronel Dorrego, diócesis de Bahía Blanca; rumbo a la Asamblea Eclesial convocada por el CELAM.
¿Todavía no participaste del proceso de escucha y te gustaría hacerlo?
Ingresá al siguiente link: https://forms.gle/XVNjHeW4irjdUTfHA
Ahí vas a encontrar el formulario donde podés participar vos y también reenviarlo a todos aquellos que deseen que su parecer respecto la Iglesia, su presente y futuro sea escuchado por los obispos.