Un programa de Cáritas que se adapta a las necesidades de la educación en tiempos de pandemia, y para el cual trabajan docentes jóvenes y jubilados, vecinos, médicos y sanitaristas sumando esfuerzo, conocimiento y experiencia en distintos espacios del territorio.
Días pasados, Paula Daffra, referente del área de educación de Cáritas Argentina, contó por radio María, cómo durante la pandemia lograron adaptar distintos programas de enseñanza para seguir acompañando a los chicos y sus familias.
Entonces comenzó diciendo que “en este último año logramos llegar a muchos sitios a donde no llega nadie” y “en los lugares donde la pandemia pegó más duro, tuvimos que replantearnos todo, sobre todo, el plan de educación Emaús. Es un trabajo en territorio enorme. Asistimos a 19 mil niños de todo el país. Pero cuando reaccionamos, comenzamos a trabajar más de manera virtual para sostener la educación de los chicos, luchando contra la brecha digital. Todas las tareas que le llegaban a las familias a través del celular, era casi imposible de llevar a cabo, pero entre todos los agentes educativos de Caritas Argentina hicimos que la cosa funcione y funcionó”, resumió la referente.
Luego comentó que “este año con lo bueno de la vuelta a la presencialidad… Lo primero que hicimos fue relevar a los chicos para que se matriculen, y estén anotados en sus colegios. Siempre haciendo foco en los adolescentes y con los protocolos sanitarios correspondientes. En la actualidad hay nuevos talleres, iniciativas que han surgido para darle mayor socialización a los niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad.”
Al finalizar la entrevista, ella agregó: “en Cáritas y con todo lo hecho el año pasado, hemos ganado experiencia y presencia en el territorio, recopilado datos bien precisos de lo que ocurre en las familias y en las comunidades. Ahora seguiremos trabajando con mucho compromiso”
Un relevamiento
A partir de un relevamiento de las necesidades de aquellas familias que asisten a sus espacios educativos, Cáritas Argentina observó algunas problemáticas que son de dominio público: el 84,1% de esta población vulnerable presentó dificultades para la conectividad, limitando el acceso de los niños, niñas y adolescentes a las tareas escolares virtuales y al sistema educativo. La institución observó también que el 75 por ciento de las familias se ve en dificultades para obtener vestimenta, y que, un 70,5 por ciento tiene graves problemas para acceder a la compra de insumos básicos de higiene y bioseguridad, o para adquirir elementos de protección personal como tapabocas. Finalmente reveló que el 40,9% de los encuestados convive con otras problemáticas sociales como consumos o abuso de sustancias, violencia familiar, entre otras.
Por todo esto, se sabe que, para las comunidades más vulnerables, la cuarentena constituyó una pauta muy exigente y compleja de concretar. Se trata de una situación que plantea nuevos desafíos educativos en todo el país, como establecer un vínculo pedagógico y atender a distintos contextos sociales, manteniendo clases o actividades sin sobrecargar a niñas, niños y adolescentes.
Cáritas considera que la educación es el proceso que hace libres a las personas, sin distinciones. Y como institución sabe que quienes acceden a una formación integral se constituyen en agentes de transformación de su propia realidad, ya que cuentan con herramientas para cuestionarla, problematizarla e involucrarse en ella, para mejorarla. “La educación – sostiene la dirigente Paula Daffra – permite entender críticamente la realidad como un proceso donde el futuro no es algo preestablecido, sino algo en continua construcción, que depende en gran medida de nosotros como seres humanos”.
El plan Emaús
Esta es una de las principales acciones del área de Educación de Cáritas. Fue creado en 2007 y está presente en 20 provincias argentinas con 186 espacios educativos, que alcanzan a un total de 19.500 asistentes.
Lo interesante de “Emaús” es su propuesta integral de asistencia que puede ser adaptado según la realidad particular de cada comunidad. Cada uno de los espacios educativos es coordinado por asistentes técnicos locales, que cuentan con formación pedagógica y social, para poder acompañar los distintos procesos educativos.
También Emaús ofrece ayuda económica y espacios de formación para adultos, sobre todo de aquellas familias que se encuentran en extrema pobreza. Además, este Plan de Inclusión Educativa cuenta con un programa destinado a jóvenes que desean continuar sus estudios a nivel terciario o universitario y que se comprometan como contrapartida a contribuir con su comunidad local a través de los aprendizajes que van adquiriendo, especialmente en los espacios educativos con apoyo escolar, coordinación de talleres y animación de espacios deportivos.
Cáritas en pandemia
Frente a la cuarentena, uno de los primeros desafíos fue el de adaptar los procesos y metodologías a cada programa. Desde entonces Cáritas ofrece:
- Apoyo escolar virtual: llevado adelante por los becados de Emaús y muy demandado por las familias donde los adultos poseen dificultades para colaborar en las tareas escolares de sus hijos. A fin de realizar un acompañamiento integral, también se incluyen actividades recreativas que otorga contención emocional y espiritual.
- Elaboración de materiales didácticos: a cargo de referentes locales y sus equipos, se idearon actividades y juegos para distintas edades. En muchos lugares se entregaron kits artísticos con materiales de librería.
- Cuadernillos “Seguimos Educando”: se logró articular con el Ministerio de Educación el envío de cuadernillos a los espacios educativos para las familias que no tienen acceso a dispositivos o conexión a Internet.
Incorporación de voluntarios
A lo largo de la pandemia Cáritas sigue incorporando nuevos voluntarios. En su página institucional destaca que sumó 807 colaboradores externos al Programa Emaús. Vecinos, docentes jubilados y jóvenes, médicos y sanitaristas que trabajan en forma conjunta sumando su esfuerzo, conocimiento y experiencia ante los nuevos desafíos. También señala que las acciones, que se van articulando con las parroquias, los comités barriales y los organismos educativos y sanitarios, van constituyendo una gran red de contención social, atenta a las necesidades y urgencias de las comunidades.
Luego, al explicar que se puede colaborar de muchas maneras, la institución invita a “sembrar para la resiliencia de las comunidades”. Para ello sostiene que: “En este tiempo de incertidumbres y escenarios complejos, la presencia, el acompañamiento, la contención y la asistencia de las familias constituyen pilares fundamentales para que las personas puedan atravesar estas situaciones. La vocación de servicio y el altruismo de sus voluntarios posibilitan la resiliencia de muchas regiones ante situaciones que desestabilizan y sacuden la vida cotidiana”.
En esa línea, los espacios educativos del Plan Emaús ofrecen un enorme abanico de posibilidades para niños, jóvenes, familias y hasta barrios enteros. Las actividades compartidas, los talleres de capacitación, el acompañamiento escolar, los espacios de meriendas, de juegos y festejos, generan un fuerte sentido de pertenencia y una gran red de contención en estos ambientes.
Por todo esto, y ante el desafío de llevar asistencia, esperanza y oportunidades, Cáritas señala que todos podemos ser parte porque todos tenemos algo para compartir. Y, si sentís nuestros mismos anhelos de transformar la realidad de muchas personas, y brindar tu aporte para construir una sociedad donde todos tengamos un lugar, te invitamos a unirte.
Fuente: Radio María/ https://www.caritas.org.ar/educacion/