Con estas palabras, el Papa Francisco comenzó 2021; señalando que “además de la vacuna para el cuerpo, necesitamos la vacuna para el corazón”. Hoy, en nuestro país muchas organizaciones de la sociedad civil, instituciones educativas y fundaciones lanzaron una campaña para que “la educación sea una prioridad”. “Nadie duda que volver a las clases presenciales puede marcar la diferencia”, pero, entre protocolos y cuarentenas “está el desafío de volver a empezar”. Testimonios del norte argentino.
“Este año conocimos muchas historias de docentes, directivos, familias y jóvenes haciendo un enorme esfuerzo para sostener las trayectorias educativas. Son un motor de participación que se puso en funcionamiento, personas que en silencio realizaron un aporte…” Así habla Anabella Serignese, directora de la asociación Conciencia, una de las tantas organizaciones que forman parte de la campaña “A las aulas”.
La iniciativa comenzó en diciembre de 2020 y en pocas semanas recopiló firmas para que la educación de chicos y chicas sea una prioridad. Hasta ahora se suman 118 instituciones, entre ellas el observatorio “Argentinos por la educación”, de quien hablamos el número pasado, porque “viene agitando las aguas de la virtualidad” con informes y datos de la realidad educativa de las provincias. Son entidades que aspiran “garantizar que las clases sean presenciales siempre que las condiciones epidemiológicas lo permitan”.
Se trata de “asegurar que haya un plan para cada lugar, para cada situación y para cada momento” dice Ignacio Ibarzábal, director ejecutivo de Argentinos por la educación. Y es importante “trabajar unidos atendiendo las particularidades de cada comunidad educativa” dijo.
Se suma a esta voz la de Magdalena Fernández Lemos, Directora Ejecutiva de “Enseñá por Argentina”. Ella señala que “Es imprescindible que tengamos conversaciones comprometidas, contemplando lo transcurrido en el 2020 para definir la agenda que marque el pulso de este año que acaba de comenzar. La sorpresa y la falta de preparación no son aceptables. Debemos planificar para distintas circunstancias, contemplar cada situación y poner en la balanza momentos y lugares para tomar las mejores decisiones, tanto educativas como sanitarias”, “Con la ausencia de la presencialidad escolar se han incrementado las desigualdades entre los estudiantes. La experiencia del 2020 a escala global demuestra que es necesario arbitrar los medios para que haya experiencias de presencialidad a lo largo del 2021, que debe centrarse en tres pilares: la recuperación de saberes escolares, reponer la socialización entre pares, y contribuir a que los chicos salgan del espacio familiar a través del retorno a un espacio público como es la escuela, aporta Sandra Ziegler, investigadora educativa.
Es imprescindible que tengamos conversaciones comprometidas, contemplando lo transcurrido en el 2020 para definir la agenda que marque el pulso de este año que acaba de comenzar. La sorpresa y la falta de preparación no son aceptables.
Entre las instituciones que asumen este compromiso, se encuentran, además, las que están unidas por su misión evangelizadora, y que llevan adelante la transformación personal y comunitaria de personas y familias que viven en contextos de vulnerabilidad. Una de ellas es la red de institutos Fe y Alegría, pero hay muchos testimonios.
Rocío Choque, de 20 años, por ejemplo, es egresada del Centro Educativo del barrio periférico Solidaridad, de Salta, perteneciente a esta organización. Hoy cursa con una beca el tercer año de la facultad de Psicología de la UCA, pero además se toma su tiempo para trabajar en el grupo de Protagonismo Juvenil de la red jesuita y un club de emprendimientos que inició la institución en 2018.
Ella expresa, “a todas las oportunidades que me presenta Fe y Alegría ¡le digo Sí! Y después veo cómo ayudar”. La realidad es que cuando Rocío nació, su familia vivía en una casilla, y, para quienes no conocen el barrio Solidaridad, estaba cerca de un basural. Además, la localidad está dividida en cuatro territorios ocupado por distintas bandas.
Finalmente, cuando Rocío pudo comenzar la secundaria en Fe y Alegría, todo cambió. “Ahora no puedo imaginar mi vida fuera de acá; conozco a todos, este es mi lugar” dice. Además, con el dinero que gana por sus trabajos está construyendo su pieza en el piso de arriba de la casa de los papás. Y sostiene que “con la juventud de Fe y Alegría estamos trabajando para transformar el barrio: de una cultura de violencia a una cultura de paz”.
Entre egresados y alumnos del centro educativo surgieron ocho emprendimientos distintos que son impulsados y promovidos por la institución que ya cumplió 20 años de presencia en Argentina. Rocío, por ejemplo, cuenta que trabaja en Terrapacha -que significa “Tierra”- es un emprendimiento de marroquinería, donde se fabrican carteras, morrales, porta notebooks, cartucheras… A éste se sumaron actividades en otros rubros: serigrafía, fotografía, electricidad, arreglos de la casa, peluquería, cotillón, panadería, empanadas y servicio de Candy Bar. La joven, como muchos de sus compañeros pueden afirmar hoy que este club de emprendimientos “nos abrió un mundo nuevo, y permite que nos reunamos todas las semanas para aprender y recibir seguimiento. Tenemos nuestro grupo de Whatsapp donde nos motivamos mucho, compartimos logros y nos ayudamos. El objetivo, más allá de ganar dinero, es sumar a la igualdad de oportunidades. Uso principalmente el género del aguayo, tan distintivo de nuestra región norte, pero muchas veces ofrecido a precios pensados para turistas, que nada tienen que ver con gran parte de nuestra población. ¡Nos está yendo muy bien! expresa Rocío. Además, a través de amigas que conocí en los encuentros de juventudes de Fe y Alegría, algunos de mis productos llegaron a México, Colombia y España. Cada producto lo entrego con un paquetito que contiene una semilla. Semillas que voy recogiendo por donde camino y que sueño con que se conviertan en árboles” finalizó.
Una experiencia de voluntariado
Ricardo Moscato, Rector del Colegio del Salvador, compartió el impacto de una visita con alumnos del nivel secundario al Barrio Solidaridad, de la misión de Fe y Alegría en Salta. “El testimonio de disponibilidad, compromiso, alegría y sensibilidad social de todos nuestros chicos participantes, los ex alumnos y educadores acompañantes. Trabajo físico incansable cortando pasto, levantando paredes, pintando, haciendo contra piso junto a juegos en los recreos, compartiendo unas clases y experiencias con los chicos de las escuelas de Fe y Alegría. Encuentros fraternales tendiendo frágiles puentes sociales que superan prejuicios e indiferencias.
Creo que es el resultado de un largo proceso formativo, donde todos participamos y donde lo «grande» de los ideales se expresa en «lo pequeño» de lo cotidiano, con sus palabras, rutinas, ejemplos, humores. Hay sembrado en cada uno un muy buen «sentimiento» que está en proceso de convertirse en «conciencia, competencia, compasión y compromiso» con efecto transformador para cada uno y la sociedad. Nada más, nada menos.
Ojalá que no desaprovechemos esta experiencia, esta buena siembra, este sentimiento de «sentido» y gusto por servir a los más pobres, este sentimiento de Argentina como hogar pendiente y por construir, esta cercanía a Dios en los más pobres, esta valoración de la educación, esta admiración por la tenacidad de los que poco tienen y mucho esperan, de todos estos 115 chicos de cuarto y quinto que se hicieron uno más de la gente buena y trabajadora de Salta y Taco Pozo, que podamos crear las condiciones para que pueda ser compartida con los compañeros que no fueron, con los docentes, familias y todos los demás chicos del colegio. Que la llama no se apague, que nos conmueva, que nos convoque para «en todo amar y servir»”
En Argentina el instituto Fe y Alegría trabaja desde 1996, cumplirá 25 años de presencia en localidades con altos índices de pobreza, ubicadas en las provincias de Salta, Chaco, Corrientes, San Juan, Jujuy, y Buenos Aires. Es una organización de gran envergadura en América Latina con 63 años de trayectoria en el mundo y presencia internacional en 22 países transformando la vida de niños, jóvenes y adultos.
Entre otras organizaciones de la sociedad civil, instituciones y cámaras, impulsan la iniciativa Argentinos por la Educación, Ashoka, Asociación Conciencia, Brazos Abiertos, Cimientos, Club Atlético River Plate (CARP), Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP), Consejo de Relaciones Públicas, DirComs, Endeavor, Enseñá por Argentina, Federación de Asociaciones Educativas Religiosas de la Argentina (FAERA), Fe y Alegría, Fundación León, Hablemos de Bullying, IDEA, Junior Achievement, Liga de Educación y Cultura, RACI, Racing Solidario, Fundación Varkey y Voy con Vos
Fuente: Fe Y Alegría Argentina. Informe Anual/ Vaticannews.org/ argentinosporlaeducacion.org