Las escuelas y universidades del mundo entero “ya están profundizando en las dimensiones antropológicas, comunicativas, culturales, económicas, generacionales, interreligiosas, pedagógicas y sociales” del Pacto Educativo Global que promueve el Papa Francisco. La Congregación de Educación Católica expresa que “la tragedia común de la pandemia, une a todos los pueblos de la tierra, y hace que este llamamiento sea aún más conmemorativo”
La reunión tan deseada por el Papa Francisco “para tomar conciencia de la responsabilidad que todos tenemos con respecto a la educación” tendrá lugar el próximo 15 de octubre a través de un momento telemático “con modo remoto y enlaces en todo el mundo”.
El Santo Padre espera que el pacto educativo global sea “revolucionario”. Entonces encargó a la Congregación de Educación Católica la organización de la reunión a escala planetaria, a la cual, como institución de la Santa Sede, refieren 216.000 escuelas católicas con más de 60 millones de alumnos y 1.750 universidades, con más de 11 millones de estudiantes.
Pero Francisco invita “a todos”. En el documento de trabajo que está en internet al alcance de los colegios, y de las distintas organizaciones, señala que su elección de las palabras revela mucho el estilo con el cual llama a afrontar esta tarea: “para hacer un pacto de hecho, se necesitan dos o más personas diferentes que decidan comprometerse en una causa común.(…) Existe un pacto cuando reconocemos al otro, diferente de nosotros, no como una amenaza a nuestra identidad, sino como un compañero de viaje, para “descubrir en él, el esplendor de la imagen de Dios”.
La Congregación de Educación Católica adhirió también a la jornada de oración mundial propuesta por el Alto Comité para la Fraternidad Humana. En un comunicado expresó que “de la mirada dirigida al único Señor viene el coraje de desarrollar, también a través de la educación, ese movimiento de unidad y solidaridad entre los pueblos, religiones y culturas, que puede generar una humanidad renovada”.
Desde que se hizo pública esta convocatoria muchas instituciones se han sumado, y en este proceso, se encuentra todo el mundo editorial que ha previsto una serie de publicaciones, conferencias y materiales didácticos para que, en los centros educativos, en las diócesis y en la clase de Religión, se profundice en el alcance de la propuesta del Papa y en la urgencia de responder a su convocatoria, implicando a todos los miembros de la comunidad educativa y a la sociedad en general.
También se puede consultar el Instrumentum Laboris, (documento de trabajo) que señala a la fraternidad como categoría cultural que funda y guía el pontificado de Francisco. Desde este presupuesto, la llamada a reforzar relaciones individuales y comunitarias se traduce en la apuesta educativa por reconstruir el vínculo originario de la fraternidad: “Hoy día, en la perspectiva de la construcción de una aldea global de la educación, este principio [la fraternidad] recibe un renovado impulso, convirtiéndose en cierto sentido en el verdadero punto de llegada de todo proceso educativo exitoso”.
“La fraternidad no es un añadido moral a unas identidades preconstituídas”, el instrumentum laboris la presenta como “principio estructural” del ser humano: somos fraternidad.
Fuente: Rome Reports. CIEC, Conf. Interamericana de Educ. Católica.