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Novedades

Verdades y mitos de la implementación de la E.S.I.

Dra. Miriam Andujar

Abogada por la UCA – Cuyo. Especialista en Doctrina Social de la Iglesia. Magíster en ética biomédica por la Univ. De Buenos Aires.

La abogada Miriam Andújar, que trabajó los lineamientos curriculares de la ley 26.150 sobre (ESI), observa con atención “el avance ideológico” a partir de las reformas que planteó el Consejo Federal de Educación. En el último Curso de Rectores, señaló que los educadores “tenemos que ser creativos” porque la norma sancionada en 2006 “ya alcanzó consenso al hablar de educación sexual, integral, armónica y gradual”. Un motivo que sirve a las escuelas para que desde sus idearios “ajusten, corrijan, y enseñen los contenidos que llegan desde la Nación”.

Como especialista y Magíster en Ética Biomédica, Miriam Andújar fue convocada por el Ministerio de Educación a nivel Nacional, al año siguiente de que el Parlamento sancionara la ley de Educación Sexual Integral. Durante 2007-2008 junto a la abogada y socióloga María Inés Franck, trabajó en su aplicación para los contenidos curriculares de todas las escuelas. Ambas profesionales se ocuparon desde entonces de develar algunas verdades y mitos, ante el avance y confusión existente entre perspectiva e ideología de género. La abogada Miriam Andújar lo explica así:

La primera ley – que abrió las puertas al avance ideológico- fue la 25.673 que propuso en 2002 un programa educativo y nacional de salud sexual y procreación responsable. Luego llegó la ley específica: 26 150. A mi parecer, en sus once artículos, no está ideologizada. Fue un marco legal prudente en que se lograron algunos consensos, y como primer punto establece: “una educación sexual integral, armónica y gradual”.

“Integral” porque incluye todas las dimensiones de la persona y de la sexualidad. “Gradual” porque respeta las características psicológicas y socioculturales de la edad. Pero, además, esta ley habló de respetar el ideario de los colegios. Quiere decir que, en su implementación, las escuelas teníamos espacio para adecuar los contenidos.

Un artículo muy importante también, es aquel que llama a respetar las realidades socioculturales de las distintas jurisdicciones. Es decir, que los directivos y los docentes podíamos adaptar la normativa a nuestra propia realidad. Además, hace referencia a la articulación necesaria con las familias y respeta su rol protagónico como agente primario de la educación, según la ley 26.206.

Entonces, mi pregunta es: ¿Por qué no la aplicamos? ¿Por qué hemos resistido tantos años a hablar de educación sexual integral en las escuelas? ¿Por qué hemos tenido tantos miedos? ¿a qué? ¿al desconocimiento? ¿Estamos formados los docentes? ¿Hemos tenido tiempo para formarnos? Si, tuvimos trece años. No bastaba una buena ley. Había otros mecanismos que aceitar para que esto se implementara.

La reforma sobre ESI y “el avance ideológico”

Veamos cómo perdimos el tiempo. Porque, mientras nos cerrábamos a la implementación de la ESI, la ideología avanzaba. El año pasado, tras el debate del aborto, algunas agrupaciones salieron con un proyecto de reforma de la ley 26.150. ¿qué dice? Si miramos la ley originaria y sus puntos positivos: “el respeto por las jurisdicciones, el colegio y las familias”; el actual proyecto de reforma se presenta en dos artículos, como una norma de “orden público”.  Esto quiere decir, desde el punto de vista jurídico, que está reforzando el concepto de obligatoriedad. No tendríamos posibilidad de excepciones, ni de articularlo con nuestros idearios, ni con nuestras realidades provinciales. ¿Por qué está puesto? Porque lo que dice “la nación debe ser aplicado”. Es una ley es de carácter público y obligatorio.

Luego presenta otro concepto: Educación sexual: científica y laica. Me detengo en “científica” porque, aquí, tenemos que hacer un mea culpa. Los católicos cuando salimos a hablar de temas como el inicio de la vida, el aborto, o la educación sexual, tenemos la ventaja de tener la ciencia de nuestro lado. Sin embargo, insistimos con argumentos que parten del magisterio de la Iglesia. Pero, para quienes defienden la ideología de género, la mirada moral, o exclusivamente religiosa, es segadora de derecho. Entonces, ¿por qué hacemos esto? Si la genética, la biología, la embriología y el derecho argentino fundamentan el inicio de la vida desde la fecundación. Tenemos que incorporar y validar científicamente nuestro discurso. Esto significa estudiar. Formar a nuestros docentes.

En definitiva, ¿qué es lo que nos preocupa? Que se eduque desde una ideología. La raíz ideológica de la ideología de género, es marxista. Su cosmovisión es preocupante, todo es lucha por ocupar espacios de poder, y esto no puede llegar al aula. Además, según ellos, la conflictividad y la lucha son un “método”, para enseñar. Agrego el discurso único y la intolerancia hacia otras voces. También la dictadura del relativismo, palabra que acuñó el Papa Benedicto 16. Y su aplicación “bajo coacción”.

Otra de las cuestiones más graves de este proyecto que todavía no prosperó, es el “monitoreo” a las distintas provincias y jurisdicciones. En este caso, una comisión de legisladores observaría si las jurisdicciones aplican las bibliografías que ellos van señalando. A esa comisión, cualquier alumno, docente o padre puede denunciar que tal o cual colegio no está aplicando la ideología de género.  Esto avasalla a las provincias y no respeta la libertad de enseñanza. La reforma se aplicaría “sin excepción, ni de conciencia ni de religión”. Tampoco, los colegios y las jurisdicciones podrán hacer correcciones. Así lo confirmaron representantes de todos los partidos. Es fuerte, y atraviesa a todos.

Claves para entender la ideología de género

Sus cultores se dieron cuenta que la guerra era cultural y había que ganarla en los claustros. Sobre todo, llegar a la universidad y a aquellos que se preparan para formar y educar.

La ideología de género es una ideología política, se basa en una interpretación marxista de la historia. El libro del filósofo alemán Frederick Engels sentó las bases de la unión entre marxismo y feminismo. Escribió en 1884 “El origen de la familia, la propiedad y el Estado” y llamaba a liberar del yugo del matrimonio al primer ser humano explotado que era la mujer. Frente a esto, cito una frase de San Juan Pablo II en su encíclica “Veritatis Splendor” cuando dice que ellos podrán pretender acallar la verdad, o podrán maquillarla, o decir que no hay una sola verdad… Pero lo cierto es que en el ser humano hay una nostalgia por alcanzar la verdad y una sed de alcanzarla.

La resolución 340/18: contenidos


El Consejo Federal de Educación define para la implementación de la educación sexual en las escuelas, cinco temas sin excepción: Cuidar el cuerpo y la salud. Valorar la afectividad. Garantizar la equidad de género. Respetar la diversidad. Ejercer nuestros derechos.

Un punto positivo de esta resolución es que hace hincapié en la formación docente. De ahora en más, para cubrir cargos de ascenso, los exámenes incorporarán temas sobre educación sexual, y nos obliga a capacitarnos. Entonces, ¿qué nos preocupa de estos contenidos?

  • La sexualidad sería una construcción social, con prescindencia total del dato biológico.
  • La primacía del enfoque fisiológico y hedonista.
  • La prohibición de enseñar la sexualidad como binaria (hombre –mujer)
  • El cambio de identidad de género promovido como derecho de niños/as.
  • El concepto de cientificidad que manejan.

Señalo el último punto: “ejercer nuestros derechos” porque hay una trampa. El bastión de la ideología de género habla de un derecho personalísimo de los hijos, que tropieza con el tema de la patria potestad. Pero lo cierto, es que nuestros hijos de doce años no pueden ir a una salita y pedir preservativos, pastillas o Diu, sin el consentimiento de los padres. La ley establece la edad de 13 años.

Los mitos de la ideología de género.

1 – Creer que ideología de género es igual a perspectiva de género. Una perspectiva de equidad entre las mujeres no puede estar ausente en las aulas. ¿Qué cosas podemos incorporar? que los hombres y mujeres tenemos los mismos derechos y oportunidades. Y que equidad es igualdad, pero aplicada al caso concreto en materia de derechos y oportunidades. No a la violencia de género, a la trata, o a la esclavitud. Igualdad en el mundo laboral, empresarial, gremial y político. Los derechos de maternidad. Una de las grandes deudas del feminismo es que se ocupa de las mujeres que han decidido trabajar y destacarse. Pero las que queremos ser esposas y madres, y a la vez profesionales, son dejadas de lado.

2 – El mito de los movimientos beligerantes con sus discursos de sacar a los hijos de las escuelas, o parar y cerrarlas. Tenemos mecanismos legales que protegen a las familias y a nuestros colegios.

3- Pensar que la iglesia se opone a la educación sexual. No. Muchas citas de los Papas promueven su enseñanza. El papa Francisco, dice en las encíclicas Laudato Sí y Amoris Laetitia, que “debes ayudar a que el chico acepte su propio cuerpo y cancelar todo lo que sea prejuicio…” (puntos: 285 AL, y LS: 155)

Estamos ante una oportunidad inédita en este tema. Se trata de articular derechos: el de los alumnos, directivos, docentes y padres. Mientras nosotros debatimos en el país y también como Iglesia, los niños siguen sin recibir educación sexual. Tienen información, pero no formación. Y en esto la escuela, es una aliada de la familia. Enseñemos desde nuestro ideario, reforzando, corrigiendo, complementando los contenidos curriculares que bajen desde la nación o también, cada provincia.

Comentarios sobre la Resolución 340/18 del Consejo Federal de Educación

 
Los contenidos de nivel inicial

  • Las partes externas de cuerpo humano – el vocabulario correcto para nombrar los órganos genitales- los procesos de gestación y nacimiento – la disposición de recibir y dar cariño.
  • La confianza, la libertad y la seguridad para expresar ideas, opiniones y pedir ayuda.

La adquisición de pautas de cuidado y autoprotección.

Los contenidos de nivel primario.

Desde primer grado hasta sexto.

  • El cuerpo humano como totalidad con necesidades de afecto, cuidado y valoración. – Los procesos de crecimiento desarrollo y maduración. – Los caracteres sexuales. – Los cambios que se ven y se sienten en la pubertad.

La polémica comienza con las configuraciones familiares en distintas épocas y culturas. Y el matrimonio igualitario. (ley 26268)

  • La superación de los prejuicios y las actitudes discriminatorias.
  • Los vínculos socio afectivos con los pares, los compañeros, las familias y las relaciones de pareja.
  • El embarazo: aspectos biológicos. Sociales, afectivos y psicológicos.

Aquí me detengo: porque en el nivel Primario, enseñar los métodos anticonceptivos ¿qué les parece? Si a los niños de diez años les muestro un preservativo en el aula, ¿no voy a tener problemas con los padres?  Acá hay que parar.  Porque la ley nacional dice que la educación sexual es “gradual y progresiva”. Tiene que ir a la par del crecimiento psicológico y afectivo del chico. Sino, también los vamos a asustar.

  • La prevención de las infecciones de transmisión sexual. Este tema es importante, pero afecta al concepto de “gradualidad” porque los chicos son vulnerables.
  • Nuevas formas de masculinidad y femineidad en el marco de la equidad de género. (es pura ideología).
Los contenidos de nivel secundario

La resolución 340 para esta etapa, no tiene mayores problemas excepto que en ningún lado habla de la planificación natural de la familia, sino de métodos anticonceptivos. Los colegios católicos no pueden dejar de hablar de estos temas. Hay instituciones que se pasan cinco o seis años refiriéndose a la educación para el amor solo desde la afectividad y los valores, y nuestros hijos saben mucho más que nosotros. Es necesario enseñar los métodos anticonceptivos también, no para decirles a los chicos cómo utilizarlos, sino para señalar cuales son las desventajas de creer que son la gran panacea.

Finalmente ¿Qué nos preocupa? Que eduquemos desde una ideología. Ella prioriza un solo enfoque. Una sola variable que no mira las demás. La otra cuestión es que se pretenda aplicar una sola mirada, la de la Biblia, mientras que en el medio están los chicos, culturalmente más cercanos a la ideología de género. En el congreso ganamos la batalla del aborto, pero culturalmente la perdemos en las escuelas. No podemos dar la espalda a nuestros alumnos. Los docentes recibimos un candil, no para dejarlo debajo de la mesa o de la cama, sino para ayudarlos a que puedan hacer este discernimiento: el género no es sólo una construcción social.

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